Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

sesenta

Paulina

•Domingo - 6:37 a.m•

Estábamos jugando con Duki al free hace aproximadamente una hora, a lo más piola, pero un portazo nos hace sobre-saltar.

–Aparentemente, lo drogaron– señaló a Ecko.

Ese no era mi Ecko. No, osea, no puede ser.

–Por Dios, ¿que le hicieron?– pregunté acercándome a él.

El olor a vómito me inundó las fosas nasales.

–Esta todo vomitado– dije haciendo una mueca de asco.

Duki se acercó donde estábamos nosotros.

–Cazzu, ¿que fue exactamente lo que paso?– preguntó tranquilo.

Me vino bien, yo también quería saber.

Cazzu aclaró su garganta.

–Parece que... Rocío lo ha querido llevar a su casa o, algo por el estilo, y le inyectó droga, no solo eso, sino que le puso en la bebida– finalizó mirando a Ecko.

Me da lástima verlo así, él no es así, esta arruinado.

–Que hija de puta– largo Duki indignado.

–Bueno, necesito que me dejen sola con él, lo voy a bañar, le voy hacer un té y lo voy a acostar a dormir, los llamo cualquier cosa– dije casi echandolos.

Ellos entendieron todo, así que Duki busco su abrigo y se retiró, junto con Cazzu.

Agarré a Ecko, quien estaba apoyado en la pared, ya que no se podía mantener parado.

Me pasé uno de sus brazos por el hombro, y lo llevé a mi habitación.

Lo senté en la cama, éste no podía ni abrir los ojos, y por inercia se acostaba.

Le saqué la campera y la remera, las cuales estaban toda vomitadas.

Le saqué el pantalón, y fui a tirar a lavar las prendas nombradas anteriormente.

Prendí la ducha, pero la canilla de abajo, para prepararle un baño calentito.

Después, me dirigí a mi armario, busqué un bóxer nuevo, una remera roja suya y un short negro.

Una vez que tenía todo preparado, lo fui a buscar.

Me lo subí al hombro, le saqué el bóxer, y lo metí a la bañera, de una.

Éste me miraba fijo y temblaba del frío, pero no me decía nada.

Estoy al borde del llanto, es como estar bañando a nadie, ni siquiera me dice la temperatura del agua.

–Amor, está bien el agua así?– lo miré fijo.

Éste asintió y cerró los ojos.

Agarré jabón, se lo pasé por el cuerpo, logrando así, sacarle un poco el olor a vómito.

Le puse shampoo, le enjuague la cabeza un rato largo, así de pasó le hacía masajes.

Le puse crema de enjuague, repetí la acción anterior, logrando así, que Ecko largue al menos pequeños sonidos.

Terminé de bañarlo, lo senté en la cama, lo cambié y lo llevé a acostarse al sillón.

Volví a mi habitación, saqué las sábanas, la cubre cama y tiré todo al canasto de lavar.

Coloqué unas sábanas nuevas, le puse una cantidad justa de perfume, ni mucho, ni poco, cantidad justa.

Luego, coloqué la cubre cama y también le puse una cantidad justa de perfume.