veintisiete (maratón 2/3)

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Paulina

[1 semana después]

Hoy Lunes, empiezo el colegio, por eso estoy despierta a las 6 de la mañana.

Termino de desayunar, y voy volando al colegio.

Como estoy con Ecko? Quiere hablar conmigo, pero la verdad que no tengo ganas de hablar con él, así que a veces, dejo el celular lejos de donde estoy yo para no ver su llamado, a veces ni siquiera le contesto, o, le corto.

Con mis amigas? Perfecto, Cazzu como siempre estuvo para mí siempre, al igual que todas.

Pero, como Cazzu conoce más mi historia, ella fue la que estaba más pendiente, y siempre me llamaba, o mandaba WhatsApp para saber como estoy.

Mire el reloj en la pared, y se me estaba haciendo tarde. Mierda.

Deje todo en la bacha de la cocina, cuando llegue del colegio lavo todo.

Agarré mi mochila, guardé el celular adentro, agarré las llaves del auto, las del departamento, puse llave, baje y fui al colegio.

[En el colegio]

Estábamos en la fila, hizando la bandera, la parte más aburrida de la mañana.

Finalizó ese momento de respeto a la bandera, y entramos todos al aula.

Otra vez verle la cara a esta manga de pelotudos, que son unos inadaptados sociales, y se comportan como monos en una jaula.

Puse los ojos en blanco, al ver las estupideces que estaban haciendo, el primer día de clases.

–¿Que pasa Pau? ¿Ya estás de mal humor?– me preguntó Renzo riéndose.

Es uno de los que más me jode, ya me tiene cansada.

–Dejame de joder pajero– respondí poniendo los ojos en blanco.

Renzo se río y se sentó en su banco.

El timbre sonó, entró la de Economía.

Quien sería el pelotudo que hizo los horarios y puso Economía, a las 7 de la mañana, lo quiero preso.

–Bueno chicos– entro la profe aplaudiendo– Buen día.

Esta es la pelotuda que aplaude todo el tiempo.

Mis compañeros chupa pija, la saludaron parándose al lado del banco, y con la mano como si fueran sargentos, menos Cazzu y yo, que nos miramos y pusimos los ojos en blanco.

La profesora nos miró pero no dijo nada.

Entro la preceptora a tomar asistencia, y atrás de ella Emma.

–Bueno– dijo la preceptora al finalizar de tomar asistencia–Hay una compañera nueva, se llama Emma, espero la adapten.

–Si, si, seguro– dijo Abril, una de las que más odio en el aula.

–Emma– le silbe– Vení a sentarte conmigo.

Emma sonrió y vino.

La profesora siguió con su mambo, hasta que al fin se retiro.

–Scott– me llamo la pelotuda de Economía.

La miré.

–No se silba en clases– dijo seria.

Puse los ojos en blanco y asentí.

La mina está siguió con la clase hasta las 8:20, que tocaba al timbre, gracias Dios.

Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Where stories live. Discover now