Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

cuarenta y nueve

Paulina

•1 mes después•

•13:45 p.m•

Con mis amigos, la cosa está mucho más que bien, los extraño, porque hace mucho que no los veo, pero no me hago problema porque mañana, domingo, tengo una juntada con ellos en la casa de Duki.

Con Cami, iba todo más que bien, hoy cumplimos 1 mes de novios, decidí olvidarme de Ecko, cueste lo que cueste.

Camilo era muy tierno conmigo, siempre estaba atento, y no se le escapaba ningún detalle.

Pero... hacemos algunos planes, que hacía con Ecko y me parte el alma en mil.

Con Ecko, todo mal, desde esa última vez que vino hablar, no lo vi nunca más, nadie me habla de él, me bloqueó de todas las redes sociales, no se como esta, no se nada de él.

Me siento un poco culpable, porque yo quería que Ecko aprenda a no lastimar, y... resulta que si, por culpa mía, lo terminé perdiendo del todo.

Me encontraba en el sillón, mirando una serie, esperando que Cami, venga de trabajar, así le hacía la comida y dormíamos la siesta.

15 minutos después, llegó, le hice la comida, comimos, limpié la mesa, apagué el tele, y nos fuimos dormir la siesta.

Estaba acostada en el respaldar de la cama, y pude notar que se asomaba la remera de Ecko entre toda mi ropa.

Mire a Camilo con tristeza, como me gustaría decir que estoy enamorada de él, pero no, no puedo, mi corazón le pertenece a una sola persona... Ecko.

Cami se removió en la cama y me miró con una sonrisa.

–Que descanses Pau, cuando duermas– acotó.

–Descansa Ec...Cami– sonreí.

Cami me dio una sonrisa apenada, se dio la vuelta y supongo que se durmió, porque no hablo más.

Por mi parte, yo, seguía preguntándome; ¿Porque mierda soy tan cobarde y no me la jugué por amor?

Me dejé de hostigar, me acomode bien en la cama, me di la vuelta quedando de espaldas con Cami.

Traté de no pensar en nada, ni mucho menos Ecko, porque se me iba a complicar dormir, cerré los ojos y caí en un sueño profundo.

•17:30 p.m•

Me desperté, porque soñé algo terriblemente feo, y tenía que ver con Ecko.

Tengo mucho miedo que le pase algo, que me llamen y me digan que esta muerto, no se, tengo una sensación muy rara.

Pensamientos malos, empezaron atormentar mi cabeza, seguido de un escalofrío que me hizo estremecer.

Mierda! Después de tanto...Un escalofrío, de los que el cuerpo me está avisando, que algo malo, va pasar.

Sonó el timbre, haciendo que me sobresalte un poco, me paré de inmediato, fui al baño, me lavé los dientes, me cambié y me dirigí a la cocina.

Abrí la puerta. Cazzu llorando.

–Cazzu, decime porfavor que Ecko no tiene nada que ver con tu llanto– rogué en un hilo de voz.

Asintió secándose las lágrimas, y me abrazó muy fuerte.

No, no y no! No me permito que le pase absolutamente NADA a Ecko.

Ya me encontraba llorando yo, mientras le acariciaba el pelo a Cazzu, para tranquilizarla.