Capítulo 35: El pasado de Allison

1K 100 18
                                    

Nos separamos por falta de aire y miré a Allison avergonzada, sintiendo mariposas en el estómago, a mis mejillas arder y a mi corazón latir como loco. Pero no soy la única que presenta este estado, pues Allison también se volvió prima lejana de los tomates.

Para un simple, pero primer beso, ha sido más que suficiente para que las dos tengamos la cara roja y estemos super nerviosas...

-Melanie... -me nombra Allison nerviosa.

-¿Qué pasa? -digo y sonrió con timidez.

-¿Está bien si te beso otra vez?

-Asdasdasdas... -la vergüenza me mata, y es la misma vergüenza la que me obliga a ocultar mi rostro-. Sí.

Quito las manos de mi rostro y las dos nos acomodamos sobre el sofá, Allison pone su mano izquierda en el resguardo del sofá y la derecha en mi mejilla. Acercamos nuestros rostros y cerramos los ojos lentamente. Segundos después siento sus labios sobre los míos, y las mariposas en el estómago. Saboreamos nuestros labios como si degustaramos su sabor. Y es que entre más los siento, más pienso que estoy probando un caramelo. Pero ahora me doy cuenta de que eso suena extremadamente raro. ¿Acaso no puedo pensar en otra cosa que no sea la comida?

Le sigo el beso torpemente debido a mi inexperiencia, pues como he mencionado hace (como veinte capítulos atrás) He dicho que jamás he besado en mis diecisiete años de vida. Y hacerlo se siente... ¿cuál es la palabra correcta para describirlo? ¿genial? ¿emocionante? No sé cuál podría ser la palabra, pero es algo que jamás podría describir, pues lo que sientes al sentir sus labios en los tuyos, es simplemente indescriptible. Pues no puedo encontrar las palabras correctas para expresar todo lo que me hace sentir este tímido e inocente beso.  

Nos separamos del beso en cuanto la respiración se hace notoria. Y tras separarnos, nos miramos sonrojadas y sonreímos tímidamente.

-Eso fue... -dije y toqué mis labios, todavía tengo tatuados sus labios en los míos-. Tan mágico Allison, que creo que tendré que besarte para comprobar que no estoy en un sueño. Y si estoy en un sueño entonces... No quiero despertar jamás.

Me acerqué tímidamente con Allison hasta que no hubiera barreras entre las dos. Cerré y los ojos y sentí su respiración en mi rostro. Dejándome llevar por mis sentidos, acaricié con mi mano derecha su mejilla y me impulse hacia sus labios. Uní nuestros labios en un tierno beso, y el tacto de nuestros labios, me hizo pensar en plumas. Allison me correspondió el beso y llevó su mano a mi espalda y me atrajó aún más hacia ella. Posteriormente nos separé del beso y sonreí como boba al observar a Allison, un instante después me levanté del sofá y caminé hacia la cocina.

Okey, he besado a mi crush.

No es un sueño.

Saqué del refrigerador avergonzada una jarra con jugo de naranja y la puse en la mesa del comedor. Después saqué dos platos y dos vasos que puse en el mismo lugar. Tras finalizar me dispuse a ir a la estufa para ver cómo iban los tacos, pero no hizo falta, pues Allison se me adelantó y me sirvió en el plato. Tomó los dos vasos y a cada uno le sirvo jugo de naranja, posteriormente Allison también se sirvió en su plato y se sentó a mi lado.

Le di una probada a mis tacos, y me deleité con su sabor. Agarré la cuchara que puso Allison en el plato donde viene la salsa y vertí una cucharada de salsa a mis tacos.

-¿No te gusta la salsa? -pregunté mientras bañaba en salsa mis tacos.

-No, no me gusta la salsa -respondió y le echó limón a sus tacos y crema.

-Si no te gusta la salsa, entonces no eres mexicana -dije en broma y bebi el jugo de naranja. -Por cierto, hay algo que me gustaría preguntarte Allison.

Dos Corazones, Una Apuesta Where stories live. Discover now