Capítulo 5.

916 57 0
                                    

Lo siento, lo siento, lo siento tanto por tardar, por favor lean :,)

*

*

Como Min Suk lo había dicho me llevó a casa, no lo invité a pasar puesto que la situación no iba a ser cómoda para nadie.

Subí los escalones hacia la recámara, Minho estaba de espaldas con el cuerpo descubierto, únicamente una toalla amarrada a la cadera, su cabello estaba levemente mojado. Me miró.

-          La ducha está caliente, por si quieres bañarte. –  

Minho  a veces reaccionaba diferente a como lo esperaba.

-          Gracias – Contesté sentándome en la cama para quitar mis zapatos.

-          ¿Qué tal tu primer día? – Dijo como si desconfiara de su pregunta.

-          Todo bien, no te preocupes –

Minho parecía querer preguntarme algo, incluso estaba parado sin moverse, ni vestirse, ni nada, cosa que en parte agradecía.

-          Elizabeth – Comenzó a acercarse a mí, dejándome ver su abdomen marcado – No pasaré tiempo con Kristal fuera de escenas – Vaciló y se sentó a lado mío. - tal vez tú y yo incluso podamos ir a comer juntos cuando los llamados acaben, para que no estés mucho con Min Suk o los demás miembros del staff.

No entendía lo que acababa de decirme.

-          ¿Estás diciendo que no pase tiempo con mis compañeros de trabajo? – Pregunté para aclarar las cosas.

-          No quería decirlo así, pero sí –

Justo en aquél segundo, exploté.

-          ¡¡¿Qué diablos te pasa?!! – Grité – Te estás comportando de una manera extraña y me molesta. No entiendo por qué tus actitudes.  Desde que regresaste de aquél estúpido viaje de Japón no me cuentas que sucede, te molestas por todo, no me dejas estar con la gente y ya no te entiendo.

Mi cuerpo se llegó a tensar tanto que lágrimas amenazaban con salir, mantenía los dientes apretados para retenerme. Minho me miraba preocupado. Tomó mi cara entre sus manos.

-          Te estoy cuidando Elizabeth, a ti y a Minhyuk.  Si me comporto así no es por arruinar todo lo que ya hemos vivido, es que de verdad te amo, los amo –Corrigió –

Extrañaba los momentos en los que nos volvía locos estar con el bebé, en los que no había discusiones, ni enfados por cualquier tontería como ahora.

Ambos nos quedamos mirando, me alejé un poco de él.

-          Yo también. Pero lo estás haciendo difícil.

-          Ya lo sé y lo siento. – Dijo acercándose para abrazarme.

Tal vez eso era lo que necesitaba, acomodé mi cabeza sobre su cuello, olía a jabón, suspiré y cerré los ojos, me acurrucó y con sus dedos rosaba lentamente mis labios provocando que mi corazón palpitara más fuerte.

Levanté la mirada hacia él y observé cada detalle de su cara, era guapísimo aparte de tierno y caballeroso, de verdad lo amaba y estaba siendo muy afortunada al tenerlo. Él me miraba igual de entretenido que yo, y me sonrió.

-          ¿Qué? – Pregunté, su mirada me ponía nerviosa.

-          Nada, es solo que no puedo creer que me sigas gustando tanto como cuando nos conocimos. – Sonreí, me estaba poniendo colorada. – Y aún te sonrojas.

Dijo tocando mis mejillas, levanté mi cabeza para besarlo y él lo facilito acercándose a mí, todo comenzó a subir de tono, podía sentir el calor emanando de su cuerpo, pero hice hasta lo imposible por resistirme y separarme de él. Negué con la cabeza y el me miró fijamente, respiraba de manera agitada, él asintió entendiéndome cosa que agradecí, entré al baño a ducharme para después salir y encontrarlo dormido sobre la cama.

*

Desperté en la madrugada al sentir una fuerte presión en el pecho, abrí los ojos sin poder moverme, Minho tenía la cabeza reposada sobre mí, al igual que sus brazos que rodeaban fuertemente mi cintura, traté de quitarlo delicadamente pero me apretó aún más, comenzaba a doler así que me moví, Minho comenzó a balbucear cosas que no lograba entender, su ceño estaba fruncido y gotas de sudor escurrían por su frente. Comenzaba a tener coherencia lo que decía, frases como “No te vayas por favor” “Elizabeth no me dejes” era lo que lograba entender.

Ya no soportaba la fuerza y ver a Minho de aquélla manera era doloroso, lo moví una vez más y se sentó de un brinco en la cama, me miraba asustado y parecía que le costaba trabajo respirar, giré para encender la lámpara del buró de lado de la cama.

-          ¿Qué pasa? – Dije sentándome también y acercándome a él para tocar su cara.

-          Nada – Dijo mordiendo su labio.

-          Duerme otra vez – Sugerí, ambos nos recostamos.

Minho volteado hacia a mí y yo hacia él, podía ver lo cansado que estaba, así que comencé a darle pequeñas palmaditas hasta que volvió a quedarse dormido, yo ya no logré conciliar el sueño.

Let Me Get Close II (SHINee - Minho)Where stories live. Discover now