Mianhe...
Cargué a Minhyuk en mis piernas para sentarnos a comer, la mirada que le había dirigido me confundió.
- Hola – Le habló por fin. – Me llamo Jackson.
Parecía esperar una respuesta, pero obviamente Min, no le había entendido, no a su inglés. Le traduje lo que le había dicho y el pequeño le dirigió una sonrisa, luego tomó la cuchara y la metió llena de comida a su boca.
- Lo siento, creo que está apenado.
Jack asintió, se notaba su incomodidad.
- Nadie dudaría quién es su padre – Dijo bajando la mirada a su plato.
Finn se le quedó mirando, le dio un suave empujón y los tres se levantaron para seguir filmando, yo esperé a que Min terminara, no fue mucho tiempo. Cuando regresé le permití a Minhyuk que jugara con los niños, pero que permaneciera cerca. Inmediatamente se acercó a los pequeños que estaban ahí.
Era un patio enorme, todo lleno de pasto con juegos para los pequeños, había cuartos alrededor, cuartos intestados de bebés y niños. Era realmente triste; Minhyuk se acercó a uno de los niños que llevaba una pelota y parecían balbucear, segundos después estaban corriendo tras el balón. Lo de jugar fútbol lo trae en la sangre.
Me uní con los demás, tomé una cámara y un tripie y grabé lo que Jack me había pedido; no habían pasado ni veinte minutos cuando lo vi agachado hablando con Minhyuk, el pequeño parecía señalar cosas y Jack estaba muy atento a su descripción. Él se giró a verme, se quitó la cámara que le colgaba del cuello y me la extendió.
- Me están invitando a jugar – Explicó cuando vio mi cara de confusión mientras corría hacia el patio, súper sonriente.
Y así estuvieron; Minhyuk, Jack y Finn junto con los otros niños corrían tras la pelota, por su puesto los gemelos tenían ventaja así que no se esforzaban tanto, pero parecían felices. Un niño aventó el balón hacía Min y otro corrió para quitárselo, debido a su estatura él otro niño lo tiró sin querer y Jack corrió a levantarlo. Parecía que se comenzaban a llevar bien.
En otro juego, le lanzaron el balón a Min y Jack lo cargó ayudándolo a fingir que metía un gol. Era una escena realmente tierna así que no dudé en grabarla, grabé todo lo que pude. Hicimos intercambio de lugares y Jack tomó la cámara para que yo fuera a jugar; luego prefería volver.
Grabé su juego con los niños, de repente los tiernos actos de los gemelos hacia ellos, incluso la cara llena de lágrimas de Finn cuando estaban a punto de despedirse y la forma en la que Jack agarró la mano de Minhyuk para regresar y poner la mano en la lente de la cámara y terminar la grabación. Min parecía muy feliz y me agradaba, Jack parecía realmente orgulloso de haber podido hablar con él.
Cuando las cosas ya se habían guardado y todos nos habíamos despedido de la gente, nos subimos al auto que le correspondía a cada uno. Jack cargó en sus piernas a Min y me dirigí hacia la empresa para dejarlo ahí junto con las cosas.
- Se ha quedado dormido – Dijo en voz baja señalando al pequeño, comenzaba a sudar por el calor que emanaba de ambos. – Dios mío cuando lo vi entrar no supe cómo sentirme.
Una de las cosas que más me gustaba de Jack era que si algo le molestaba, le alegraba, le gustaba o confundía, lo decía.
- ¿Por qué? – Pregunté echándole un rápido vistazo y volviendo hacia el camino.
- Es que se parece tanto a Minho, su cabello, su pequeña nariz, sus ojos, aunque he de decir que sus ojos son más parecidos a los tuyos, tienen ese color café claro que pareciera que se vuelve más tenue y brilla cuando le toca el sol.
No parecía avergonzado al decir aquello, parecía aliviado. ¿De verdad veía mis ojos de esa manera? Me quedé callada no sabía qué decirle.
Cuando llegué al estacionamiento me bajé junto con él, me entregó en brazos a Min y lo coloqué en el asiento trasero, le sequé el sudor, le di leves palmaditas cuando pareció querer despertar y le puse el cinturón de seguridad, todo aquello siendo observada cuidadosamente por Jack. Me giré para decirle que no me gustaba que lo hiciera, cuando habló.
- Ese idiota, tiene tanta suerte, tiene un hijo y una novia encantadores. – Negó con la cabeza.
- Mañana te ayudó con la edición del vídeo. Llegaré temprano. – Dije para desviar el tema. Él sonrió.
- Normalmente quien edita soy yo, mejor llega a medio día para la presentación.
Asentí, si mis cálculos eran ciertos no dormiría por editar el vídeo. Me dio un abrazo que duró más de lo esperado, sus brazos se sentían como si quisiera protegerme, tuve que terminarlo.
Él caminó hacia atrás para darme espacio a salir, gritó que otro día trajera a Min a la oficina y acepté; luego manejé rumbo a la casa.
Prendí el celular y más de 45 llamadas perdidas tenía y otros siete mensajes, todos de Minho.
Había olvidado decirle que me llevaría a Min.
Lo siento, la universidad, ya saben...
:)
