No logro entender cómo un rostro tan angelical es capaz de hacer tanto daño sin pensar en las consecuencias de sus actos. Eso confirma una vez más que las apariencias engañan. Y eso era Camila Anderson Smith, un rostro angelical al cual muy pocas ve...
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CAMILA
Entré a la cafetería y me dirigí a la mesa en donde me esperaba Wild. Caminé con toda la seguridad que no me costaba reunir, aunque sentía que el corazón se me saldría del pecho pero yo siempre sería segura de mi misma y ningún idiota miserable me va a hacer sentir de otro modo.
Me senté quedando frente al rubio de ojos grises que me observaba expectante. Podría jurar que Wild, ese chico atlético, guapo y con popularidad estaba nervioso. Tenía algunos golpes en la cara, supongo que la paliza que le dieron Jayden y Kedrick tuvo sus efectos.
En estos momentos amo a Jayden y a Kedrick por tremenda paliza.
Pedí un jugo de naranja que me trajeron eficientemente rápido.
—Camila, quiero pedirte disculpas. —pasó las manos por su cabello, sin embargo sus disculpas no me convencían—. Me pasé de tragos, fui un idiota y...
Le lancé el contenido del vaso a la cara dejándolo anonadado. Algunos chismosos nos miraron con curiosidad pero les resté importancia.
Mira que cínico, ¿En serio? ¿Una disculpa lo resuelve todo?
Oh, lo siento, estuve a nada de violarte y te golpee como un animal pero discúlpame, no volverá a pasar.
Wild se limpió la cara con una servilleta y su mandíbula se tensó.
—No me interesan tus asquerosas disculpas. —le dije con desdén, pero el asco y el rencor que sentía no se comparaba con nada—. Solo, déjate de jueguitos, también tienes que ver con esos estúpidos anónimos, ¿no?
Él sonrió como todo un cínico, tenía unas ganas de borrarle esa maldita sonrisa. Sin embargo, decidí mantenerme impasible.
—No sé nada, lo juro. —sacó su labio inferior fingiendo un puchero.
Él no hablaría, de nada valía seguir preguntando cuando evidentemente no recibiría una respuesta. Tampoco iba a estar aquí rogándole porque me diera respuestas. A pesar de todo no entendía por qué él me odiaría o me haría daño.
