No logro entender cómo un rostro tan angelical es capaz de hacer tanto daño sin pensar en las consecuencias de sus actos. Eso confirma una vez más que las apariencias engañan. Y eso era Camila Anderson Smith, un rostro angelical al cual muy pocas ve...
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Maratón 1/6 ¿Recta final?
CAMILA
Hace tres años
El viaje con mis padres había sido lo mejor. Estaba feliz de poder pasar un poco más de tiempo con ellos porque se la pasaban trabajando y de viajes todo el tiempo. Siempre me daban toda la atención del mundo, pero también eran personas muy ocupadas. Las mini vacaciones que tomamos en medio de mi semestre escolar para ir Cancún habían llegado a su fin, y con eso, mi llegada al colegio.
Lincoln High School.
No me preocupaba porque siempre he sido buena en las materias y sabía ponerme al corriente rápidamente.
Ya estaba emocionada de contarles a Shanaya y a Jailene todo sobre el viaje. Ellas eran mis mejores amigas en esos momentos.
Cuando llegué al salón mi sonrisa se borró de un tirón al ver a mis amigas en nuestra mesa, pero con otra chica. ¿Quién era ella? Nunca la vi en nuestra clase. ¿Me fui dos semanas y ya mis amigas me habían reemplazado por una chica nueva?
No soy celosa, pero tampoco es que me gusta que invadan mi espacio.
La clase todavía no había comenzado. Faltaban un par de minutos. Antes de ir con ellas algunos se acercaron a saludarme. Cuando al fin pude salir de ellos me acerqué a lo que se supone que era la mesa de las tres.
—Hola, chicas —Las saludé, quedando frente a ellas. Observé detenidamente a la chica que estaba en mi asiento en medio de ambas.
Tenía el cabello castaño algo largo, aunque no tanto como el mío que llegaba a mi trasero, ademas el de ella no era completamente liso sino un poco ondulado. Sus ojos eran de color miel, rasgos delicados en su rostro y era muy delgada. Me sonrió con amabilidad y yo hice lo mismo forzadamente.
—¡Cami! ¡Al fin volviste! —Ambas se levantaron de su asiento y me estrecharon en un abrazo. Se los correspondí aunque casi me quedaba sin aire. La chica se quedó observándome.
