No logro entender cómo un rostro tan angelical es capaz de hacer tanto daño sin pensar en las consecuencias de sus actos. Eso confirma una vez más que las apariencias engañan. Y eso era Camila Anderson Smith, un rostro angelical al cual muy pocas ve...
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CAMILA
High school musical era lo más interesante hasta el momento y lo que estaba controlando mi repentino aburrimiento. Hoy no había asistido a clases. Tuve que esforzarme por inventarle una buena excusa a papá. Él me conocía demasiado, así que recurrí por lo más simple asegurándole que me sentía muy mal, aunque no era del todo falso. No les tenía miedo a los anónimos y, de hecho, no quería faltar a clases. Quería ir con la frente en alto porque era la persona más orgullosa que podría existir. Sin embargo, me dolía el cuerpo, las rodillas, el tobillo, en fin. Todo. Y, como si no fuera suficiente, tuve que recurrir al maquillaje para cubrir el golpe en mi pómulo aunque el rasguño de la otra mejilla si se notaba un poco, afortunadamente papá no logró darse cuenta de mucho.
No podía avisarles a mis amigas lo que había ocurrido puesto que mi teléfono se hizo un desastre inservible y tampoco iría a llamarlas desde uno de la casa porque no quiero estar de aquí para allá cuando me duele todo, pero deduzco que Jayden se los dirá. No pude evitar reír para mí misma imaginándolas a todas acorralándolo con tal de saber que sucedió. Las conozco.
Mientras disfruto la escena de Sharpay y Ryan cantando "What I looking for" canto en un susurro porque desde que murió mamá dejé de hacerlo en voz alta. Hay muchas cosas que dejé de hacer debido a su muerte y lo impactante que fue para mi, pero sé que poco a poco podré ir recuperándome. Me arropé en una suave frazada en mi cama mientras veía a los mellizos Evans hacer su interpretación. Unos toques en la puerta interrumpieron mi momento de paz, indiqué que pasaran y tras unos segundos apareció Liliana con una pequeña bandeja sosteniendo un tazón de frutas con yogurt y granola, acompañándolo un zumo de naranja.
Yo no le había pedido nada pero al parecer mi papá se preocupa demasiado por no decir que exageraba, y la chica lleva revisándome y atendiéndome a cada 5 minutos.
Colocó la bandeja frente a mí y yo me incorporé formulando una mueca. Había olvidado el pequeño detalle de que también me dolían un poco las costillas. Cuando ese animal me lanzó de esa forma una parte de mi cuerpo se llevó el golpe bastante fuerte. No sé si lo hizo con todo el propósito o simplemente no midió su fuerza.
