Karma de Estrellas •TERMINADA•

XI. ☆ Plan inesperado ☆

—Pero finalmente no funcionó —apunté, no muy contento.

Mi padre frunció los labios.

—Bueno, tu abuelo ganó. Aquel pretendiente no pudo ser así que cada uno siguió su vida por separado. Ahora solo es el recuerdo del primer amor que no pudo ser, cada uno tiene familia y tu abuelo ya no vive. Así son las cosas.

—¿Sabes, pa? Si tu intención es animarme, no se te da muy bien.

Me enfurruñé y solo para tener el cuerpo ocupado con algo, seguí comiendo. Escuché una risita por lo bajo de su parte.

—Te estaba contando la historia de tu tía, nada más, pero también puedes sacar algo de eso: si las cosas no se dan... bueno, la vida sigue.

Me resistí al impulso de decir "pero yo quiero y exijo que las cosas se den" haciendo un puchero infantil.

—¿Pero le has preguntado a la tía si ella no piensa en ese hombre alguna vez?

Papá lo meditó por varios segundos y luego se inclinó sobre la mesa.

—Ah, ya entiendo por donde va. A ver, hijo, esto no es un consejo, es más un apunte necesario: lo que te parezca una tragedia ahora, no será así en cinco años. Tu tía lloró por días en aquel entonces y le declaró la guerra a su padre, pero un año después eso estaba olvidado. Lo sentía como una calamidad, como que le arruinaron la vida y le quitaron el amor que tanto deseaba, pero la verdad es que el tiempo le hizo ver que estancarse con un dolor no saca nada bueno. Repito: la vida sigue.

—¿No tienes un "apunte necesario" en que un hombre como mi abuelo no "gane"? —escupí con sarcasmo.

—¿Tienes opción alguna de que el padre de Karma te acepte?

Si consigo magia pura en una semana, quizás sí.

—No. Por nada del mundo el señor Blair me aceptaría. ¿Algo más?

—Róbatela —respondió en un segundo, sin afectación en la voz. Arrugué la frente en su dirección—. Al menos así se hacía en las épocas del abuelo.

—¿Robármela? ¿A Karma?

Mi padre se encogió de hombros.

—Vale, "robar" es una palabra fea, pero es la que mejor lo describe. ¿Qué edad tiene Karma? Si tiene más de dieciocho es legalmente independiente, si te la robas, técnicamente no es ilegal... bueno, si ella quiere, de lo contrario es secuestro.

Quise decirle "eso le dije a ella" pero de nuevo me pareció un reclamo infantil. Era muy... extraño hacer algo así en la actualidad y de seguro que no sería fácil. Era lindo imaginarlo pero ¿hacerlo? Era mucho más de lo que podía manejar.

—¿Y a dónde iríamos en el hipotético caso de que robarla fuera la única opción?

Dame ideas porque no tengo ni una, y es la única opción.

—Marco, nuestra ciudad es literalmente nada comparado al planeta tierra. Si la gente se escapaba en la época en la que para ir de una ciudad a otra era necesario caminar cinco días, no sé por qué no pensarlo hoy que hay trenes, buses, metro... Sin embargo, hacerlo conlleva muchos sacrificios y por eso las huidas románticas ya no están de moda. —Soltó una corta risita—. Hoy en día ningún joven es capaz de sacrificar la casa de sus padres, el wifi y la facilidad por un futuro incierto e independiente... es mucho más difícil que antes. Empezar de cero es una batalla total y honestamente no muchos creen que "el amor" lo valga.

—¿Tú crees que lo valga?

—¿La verdad? No. El amor puede mover montañas, pero no te dará de comer. —Mi padre hizo una pausa—. ¿Y tú?, ¿sacrificarías todo en tu vida por una mujer?