XX. ☆ Karma hecha de impulsos ☆

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El lunes a la hora de salir le había preguntado a Beth quién era Helena, pero ella sabía de dos chicas llamadas así, entonces no supo decirme

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El lunes a la hora de salir le había preguntado a Beth quién era Helena, pero ella sabía de dos chicas llamadas así, entonces no supo decirme. Sin embargo, descubrí quien era al día siguiente en la cafetería. Marco se había sentado con ella en una mesa ajena a la nuestra y Beth me había murmurado que ella era una de las Helenas que conocía, así que era obvio que era su cita.

Casi gruñí al ver que era bonita y que tenía una sonrisa de lo más amable.

—Ey, no los mires así —me siseó Beth, haciendo que desviara la mirada. Estábamos solas en la mesa, pero teníamos buena vista de la de ellos que estaban de espaldas pero juntos—. Disimula un poco.

Ya le había contado del contratiempo que esa cita con ella me generaba, así que Beth estaba al tanto de que lo que me bullía por dentro eran los celos. Era genial no tener que explicárselo, ella entendía todo.

—Es la primera vez en mi corta vida que siento celos —le respondí en un susurro furioso. Beth rio por lo bajo—. Soy una tonta, si no le hubiera dicho nada a Marco hace una semana, no habría aceptado salir con ella. 

—Respira, Karma. No es como que ya sean novios. Además, tienes una enorme ventaja.

—¿Cuál? Prometí no usar magia a mi favor.

Y era cierto. Luego de charlar con Beth en el centro comercial, uno de los puntos que discutimos era que no usara trucos raros en él, eso con el fin de usar la estrategia de "fingir ser humana normal y atraerlo". Sin embargo, hubiera deseado mandarle a Helena un estornudo salvaje o derramarle la botella de jugo encima con la mirada desde mi lugar. 

—Una ventaja humana —aclaró—: eres tú quien le gusta.

—Pero es ella quien tiene una cita con él.

—Sí, pero una cita se convierte en salida de amigos cuando no hay interés mutuo. Yo he salido muchas veces sola con Marco y ninguna ha sido cita porque no nos gustamos.

Di otra vez mi atención a su mesa y blanqueé los ojos.

—Pues él luce muy sonriente con ella. Aggg, Beth, me fastidia.

—Tranquila, fiera, no enloquezcas. A ver, ¿qué sigue por hacer? Mostrar interés, pero no odio infinito. Cuando lo veas de cerca, no le cuestiones por su cita. Espera a ver si te lo cuenta, y si lo hace, actúa indiferente. Las personas somos malvadas y si él se da cuenta de que te pone verde de celos verlo con ella, lo hará con más ganas adrede porque al parecer los celos son una declaración de amor en silencio... mientras no sean celos obsesivos, el caso es que nos gusta que alguien se muestre celoso por nosotros y es divertido incitarlos, entonces, paso uno: no dejar que lo sepa. Ahora, si no te cuenta de Helena, quiere decir que no quiere que sepas porque le gustas mucho pese a la cita, entonces finge que no sabes de eso y usa eso a tu favor, coquetéale y gánatelo.

Karma de Estrellas  •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora