XIII ☆ El pasado y el amor ☆

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Aunque no lo estuviera viendo directamente, sabía que mi padre nos observaba mientras estaba en el jardín con Ray

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Aunque no lo estuviera viendo directamente, sabía que mi padre nos observaba mientras estaba en el jardín con Ray.

Los días en que no teníamos citas él llegaba a mi casa luego del colegio, y los sábados o domingos iba a pasar un rato conmigo. Usualmente hablábamos mucho, con fluidez, sin dejar que las risas murieran mientras de a poco nos conocíamos; teníamos gustos similares en música, en series, en comida y coincidíamos poco con temas deportivos. Estábamos formando una linda amistad mientras mi padre se entusiasmaba con la idea de que dábamos pasos en el camino correcto para enamorarnos dulcemente.

Sé que Ray también sentía el escrutinio de mi padre pese a estar de espaldas a él; estábamos afuera por lo que no había manera de poner un silencio para privacidad, así que Ray propuso ir a caminar un poco con la excusa de "querer estirar las piernas".

Mi padre no se opuso y, tomados del brazo, caminamos lentamente lejos de mi casa. Una vez que la distancia fue suficiente para gozar de privacidad ambos sincronizamos un suspiro relajado.

—¿Tus padres te han preguntado algo sobre nosotros? —Ray usó un tono bajo, nadie a menos de un metro de distancia podría oírlo.

—Por ahora no, pero sé que lo harán. ¿Y a ti?

—A mí sí. Mi mamá me preguntó qué pensaba de ti y mi papá al otro día me preguntó qué pensaba de su elección para mi esposa.

—Espero que no hayas hablado mal de mí —bromeé.

—No, claro que no. —Ray rio; una ventisca fuerte de las seis de la tarde nos envolvió y me apretujé más contra él, lamentando no llevar chaqueta—. A mi mamá le dije que eras muy bonita externa e internamente y que me gustaba estar contigo, cosa que no es mentira y a mi papá le dije que... —Ray titubeó—, bueno, algo así como que hay que darle tiempo al tiempo y ya, pero que estaba optimista.

—Optimista —repetí en un suspiro—. Esa es la palabra clave. —Había una duda que me había carcomido desde que lo conocí una semana atrás y aunque oportunidades de resolverla había tenido varias, ningún momento se sintió tan indicado como ese—: Ray, ¿qué te dijeron tus padres de todo esto del compromiso?

—¿A qué te refieres?

Organicé las ideas y lo fui soltando con calma.

—Cuando empecé a tener consciencia para entender sobre qué éramos yo y mi familia, me comenzaron a decir que debía unirme a alguien igual a mí por cuestiones de linaje. Sin embargo mi mamá siempre me dijo que si bien era un deber de honor, no era una obligación de vida y que si cuando yo tuviera la autonomía de decidir por mí misma quería tomar otro camino, estaba en mi derecho. Mi papá nunca me lo dijo, pero nunca le llevó la contraria a mamá tampoco así que crecí con el deseo de cumplir con mi deber, pero pensando que tenía la libertad de cambiar de opinión de ser necesario. 

Karma de Estrellas  •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora