Jimin

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He vivido por muchos años, muchos mas de los que podrías creer.

Aunque ocuparía la palabra "vivir" desde que renuncié a ser un ángel y comenzar una una vida con Laura.

Laura.

Fue la primera mujer que amé. Cuando eres un ángel y tocas el mundo humano, te invaden deseos humanos en cierta medida, muchas veces me vi perdido mirando a chicas que llamaban mi atención pero nunca con una intensidad tan grande como con Laura, ella era un caso aparte. A ella la rodeaba una luz que muy pocas personas tenían, una luz de pureza, que, a medida va pasando el tiempo ya casi nadie tiene.

Probablemente fue el estilo de vida que tuvo, que pudo ser así de pura, apartada de casi todos por su enfermedad, tan dulce y buena, incluso con las personas que le deseaban el mal. Leía su mente cada vez que podía, para que de alguna forma pudiera conocerla mejor, ya que no podía acercarme a ella y hablarle.

Muchas veces se quedaba viendo al lugar en el cual me encontraba y sentía que podía verme, quería que me viera y quería hablar con ella. Cuando noté que yo estaba teniendo ese tipo de pensamientos, me sorprendí de mi mismo porque nunca había sentido tanto deseo de conocer a un humano.

¿Por qué me sentía así?

¿Qué estaba pasando conmigo?

¿Por qué cuando ella estaba triste y lloraba, me sentía miserable?

Todos esos sentimientos que no tenían explicación en mi, para los humanos era demasiado obvio, era amor y nada mas que eso. Mi deseo de verla para siempre me nublo de todos los sentidos e hice algo impensable para los míos, le dí vida y al hacerlo fui desterrado.

No me importaba, ella era feliz y vivaz, como nunca antes se había visto. Me perdía mirándola, no pasaba un día que no estuviera a su lado sin que ella lo notara y dolía, quería que me viera. Un día todo se prestó para ese momento y aparecí frente a ella.

Obtuve mas de lo que alguna vez quise, me amó con la misma intensidad que yo la amaba y no podía ser mas feliz. Hice todo lo posible por averiguar como volverme humano pero todos mis compañeros me daban la espalda y los que aún me dirigían la palabra no lo sabían.

—¿Siquiera hay una posibilidad?— preguntó Taehyung un día.

Lo había, debía haberla porque habían rumores de eso, de ángeles que renunciaban a su inmortalidad, aunque no se hablase de ello entre nosotros, como si estuviera prohibido. Era impensable ir y preguntarle a los arcángeles sobre ello pero lo intenté aunque al ser un exiliado no me dieron la oportunidad de preguntar y solo me llamaron "asqueroso" y "traidor".

Como un tonto confié en que solo por haberme exiliado nos dejarían en paz, no fue así, apenas planearon comenzaron a ir en contra de Laura ¿qué culpa tenía ella? Solo me amaba, toda la culpa debería recaer en mi, yo había sido el que comenzó todo. Tenía miedo de perderla, así que iba a borrarle los recuerdos para sacarla de todo esto pero me arrepentí ¿por qué tenía prohibido ser feliz con ella? ¿a quién lastimaba yo con eso? No lo hice y por ello la perdí, por una de las personas en las que mas confiaba. ¿Como había sido posible que ellos quienes me habían jurado amistad me traicionaran de esa forma?

No podía pensar claramente en nada y estuve destruido muchos años, mis "amigos" me buscaban y yo me escondía de ellos, no podía verlos, Suga en quién había confiado me había traicionado de la peor manera, Miranda que lo había ayudado, aunque ella quería disculparse conmigo porque no imaginaba que Suga haría algo así, Jungkook que los había ayudado pero desde el otro lado y Taehyung que no había participado pero quería hablar conmigo, ni siquiera con él quería estar, con nadie, quería desaparecer dejar de existir pero no podía, si hubiese tenido la oportunidad de pedirle a un compañero o a un Arcángel que me destruyera para siempre en ese tiempo lo habría pedido, les habría rogado de rodillas que me hicieran desaparecer, pero no se podía, al menos no por lo que yo había hecho, ni Suga que hizo algo horrible, violando y matando a Laura ni a él lo hicieron desaparecer. Pasaron años y un día que estuve distraído Taehyung me encontró, comenzó a hablarme y a reírse de mi aspecto porque en ese tiempo había renunciado a mi apariencia y me había vuelto una especie de sombra. Recuerdo claramente la pausa que tomó Taehyung antes de atreverse a pronunciar lo que me iba a decir.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now