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Los ojos del Jimin de mi dibujo quedaron extraños, creo que quedó bizco. Borré sus ojos y fui al salón donde mi madre estaba sumergida pintando el gran cuadro que habia comenzado hace unas semanas. Al final yo terminé en ese cuadro semidesnuda.

— Cuando lo termine lo colgarás en tu habitación — dijo sin voltearse a verme, yo ni siquiera había alcanzado a decir una palabra.

— ¿Me ayudas? — me acerqué a ella tendiendole el cuaderno que había garabateado — cada vez que intento hacer los ojos me queda bizco.

Mamá lo miró detenidamente.

— ¿Quién es? — preguntó.

No supe que responder, ¿un amigo?, ¿mi compañero de trabajo?, ¿Una persona que conozco de los siete años y que juraba que era un amigo imaginario, pero resultó ser más real que yo misma?

Mmm, no lo creo.

— Es un amigo — tomé la primera opción — y quiero regalárselo.

Se me quedó viendo muy pensativa.

— Tal vez deberías hacer uno de Hoseok — tomó el lápiz de mi mano.

— ¿Porqué? — pregunté sin entender a que se refería.

Mamá movió su mano y se sentó en el sofá, comenzó a trazar líneas que de a poco iban tomando forma.

— ¿Como son sus ojos? — preguntó.

— Son pequeños y almendrados— dije — a veces pareciera que los tiene tan hinchados que no puede ver y cuando sonríe sus ojos desparecen, se vuelven dos líneas — me perdí en mis propios pensamientos, en como Jimin me miraba y podia sentir como indagaba en mi interior.

Mamá me miraba detenidamente.

— ¿Te gusta este chico? — me preguntó.

— ¿Qué? — negué con mi cabeza — claro que no. ¿Y. Ya terminaste?.

Mamá me tendió el dibujo apenas había hecho unas líneas y el dibujo ya se parecía lo suficiente a él.

Corrí a mi habitación y oscureci más las líneas de sus ojos. Me recosté en mi cama y levanté mi brazo con el dibujo en mis manos, sin duda se parecía mucho a Jimin. Después de estar un rato mirando el dibujo sentí ganas de verlo, de hablar con él.

Pero probablemente el estaría trabajando ahora, sentí el sonido de una camioneta y por lo feo que sonaba supe que era la de Hoseok. Metí el cuaderno a mi bolso y corrí hacía el salón.

Hoseok venía entrando con las compras de la semana, yo me acerqué a él rápidamente y lo ayudé con una de las tres bolsas que traía. Él se me quedó viendo un poco confundido y luego rio.

— Al fin llegas — dijo su madre — deberías venir a dejarnos las compras a nosotros primero.

— No es mi culpa que su casa sea la última de mi recorrido.

— ¿Me llevas al pueblo? — le pregunté.

El comenzó a sacar las cosas mas frágiles de las bolsas y asintió.

— ¿Irás a trabajar? — yo negué — ¿entonces...? — se quedó unos segundos en silencio esperando mi respuesta, pero yo no le diría la verdad.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now