Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)

15

La mano me tirita, no puedo trazar y unir fácilmente ambas líneas, los ojos de Jimin no me lo permiten, mirándome fijamente mientras hago su retrato.

- ¿Que pasa? - pregunta, como si no lo supiera.

- Nada - digo - creo que mi mano ya se cansó.

- Apenas comenzaste a dibujar.

- Anoche dibujé mucho - me mira una sonrisa aparece en su rostro.

- Mientes - dice en son de burla.

- Te dije que no hicieras más eso - digo completamente seria.

- No he leído tu mente - aclara - puedo saberlo por el sonrojo de tus mejillas, eres fácil de leer.

Aparto el cuaderno y mis lápices, dejándolos a mi lado y me dejo caer de espaldas hacía el pasto seco de la pradera. Miro el cielo que esta muy bonito y despejado. Estoy varios minutos así hasta que me aburro y me levanto.

Jimin estaba rayando el cuaderno. La curiosidad me invade y rápidamente me acerco a él, pero él no quería que mirara, así que desapareció y apareció al lado del único árbol que adornaba la pradera, a unos veinte metros de mi, me quedé ahí un poco desconcertada por lo que acababa de suceder, no era fácil acostumbrarse a ese tipo de cosas tan rápido. Jimin esta a unos veinte metros más allá, de pronto desapareció sin decir nada pero no volvió a aparecer, me asusté ya que pensé que se había ido dejándome sola. Así que me levanté y algo liviano cayó en mi cabeza. Lo tomé y era una de las hojas de mi cuaderno, en ella salía yo, era idéntica.

- Es increíble - dije sentándome al mismo tiempo, Jimin se hallaba ya ahí - ¿hay algo que no puedas hacer bien? - no respondió, así que no insistí.

Seguí mirando el dibujo unos largos minutos. Yo dibujaba bien, pero en mis manos tenía prácticamente una fotografía.

- Si... Algún día te vuelves humano deberías dedicarte al arte. Por que... - lo miré - aun quieres eso, ¿verdad?.

- Si - dice - pero no será fácil, han pasado muchos años y aún no logro saber como hacerlo.

Apreté la mandíbula.

Tiene razón, y el tiempo no pasará en vano en mí, quiero estar con él.

- Pero no te preocupes - dice notando que yo estaba preocupada - hay una persona que lo sabe y puede ayudarme.

Mis ojos se abrieron impresionados y una sonrisa apareció sin que me diera cuenta.

- ¡¿En serio? ¿Como?! - pregunto totalmente exaltada.

- No lo sé, aún no logro que me lo diga.

- ¿Por qué?.

- Según él por que no es tan fácil y será doloroso - cierro abrupta mi boca - dijo que en su lecho de muerte, me lo dirá. Es un anciano.

- ¿No será... ?.

- Es Richard Todd - responde Jimin - el hombre que dice ser mi abuelo - suelta una sonrisa - es extraño pero no quiero que muera, me ha enseñado algunas cosas que debo hacer cuando sea humano. Pagar cuentas y todo eso.