5

5.3K 550 167
                                    

Los gritos de la anciana, y la tranquila voz de Robert intentado tranquilizarla, fueron cambiados por silencio. No sabía dónde exactamente me encontraba pero era mucho mejor que estar escuchando gritos.

Intentaba visualizar un poco el ambiente pero estaba algo oscuro, sólo una tenue luz iluminaba el lugar haciendo que pudiera ver a la persona que me trajo hasta acá.

— ¿Porqué me trajiste aquí? — pregunté.

— Porque había mucho escándalo afuera — respondió.

— ¿Y por eso tuviste que arrastrarme así?. — suspire — De todas formas gracias. — dije cortantemente.

El silencio se estaba volviendo incómodo y no podía ignorar la forma en que me miraba Jimin.

— Pareces un psicópata — dije y el sonrío.

— Sólo pienso que has crecido mucho.

— ¿Te estas riendo de mí? — pregunté — ¡esto es estúpidamente ilógico, nada de esto se siente real! — siento como el aire se me acababa — ¿quién eres? — dije — ¿como es posible que sigas luciendo igual que hace once años?.

Jimin me miró, se acercó y pasó su mano por mi rostro corriendo los mechones desordenados que yacían en mi mejilla.

Un sudor frío corrió por mi espalda a pesar que no ha hecho un movimiento brusco siento que si me muevo me atacará.

—  Seré lo que tú desees. Simplemente intenta recordar —  dice  haciendo que quede perpleja ante tales palabras.

— ¿A que te refieres con eso? — digo confundida.

Sus ojos se fijan firmemente en mi rostro, su mano nuevamente aparta los mechones de pelo de mi rostro y sonríe sin apartar sus ojos de los míos.

— Mi querida ____ cuanto has crecido— dice en voz baja.

Mis manos no tratan de alejarlo, como si mi cuerpo no hiciera caso a mi cerebro.

Jimin se aleja de mi y abren la puerta, era Adriana.

— Aquí estas — dice, al ver a Jimin puedo notarla sorprendida — Jimin te necesitamos en caja.

El se retiró.

— ... ¿Estás bien? — yo asentí — el jefe quiere hablar contigo.

— Bien — digo y paso por su lado.

— ¿De verdad está todo bien con Jimin?.

Yo la miro sorprendida y veo preocupación en su mirada.

Sonreí — Todo esta bien, solo me ayudo a salir de ese gran alboroto que causé.

No estoy segura si Adriana me creyó pero aún así la deje en la habitación, debo ir y hablar con mi jefe.

Toqué la puerta de su oficina y el me dijo que pasara. Estaba apoyado en su escritorio con una sonrisa.

— Lo siento — dije — ¿me vas a despedir?.

Rió — por supuesto que no, solo quiero que me expliques tu versión de la historia.

Me mantuve en su oficina unos minutos contándole lo de la anciana. El me dijo que tratara simplemente de no formar peleas con los clientes, que fuera más tranquila al atenderlos.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now