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Fui a la cafetería lo más rápido que pude, necesitaba contarle a Jimin lo que había sucedido, después de pasar la extraña tranquilidad que sentí cuando vi la estatua sucia me sentí realmente mal conmigo misma por sentirme de esa manera.

No me había dado cuenta que tenía una parte oscura en mí, donde sentía envidia y celos.

Jimin estaba allí limpiando los mesones cuando me vió entrar, una sonrisa se asomó en sus labios pero desapareció de inmediato al verme preocupada.

Pensé que leería mi mente pero parece que el cumplía en serio sus promesas porque preguntó.

— ¿Pasó algo?.

— ¿A que hora saldrás?.

— En un par de horas.

— Te esperaré — el asintió y continuó lo que hacía.

Adriana se acercó a mi a charlar por un rato mientras no tenía nada que hacer y que estaba muy emocionada por el favor que le había pedido Robert, sobre acompañarlo a buscar unos cafés exóticos a la ciudad, no tendría que hacer mucho y le pagaría bastante, sería obvio que se lo pidiera a ella ya que es la que lleva más tiempo trabajando. Cuando salí de la cafetería me dirigí a un parque cercano y me senté en un banco, frente a la pileta de cemento que parecía ser muy antigua, desde allí podía ver la cafetería y el supermercado en el cual trabajaba Hoseok, no sabía si había vuelto y estaba preocupada por él, hay un desconocido dentro de él y no quiero que lo lastime quiero pedirle ayuda a Jimin, él debe saber alguna forma de sacarlo. No puedo estar tranquila al pensar que podría lastimarlo, ¿donde estará el ahora? si volvió a ser Hobi debe de estar muy confundido, estuve imaginando varios escenarios en la cual el terminaba mal y sentía solo ganas de llorar.

Con suerte podía retener las lágrimas cuando llegó Jimin, levanté mi rostro para mirarlo y una lágrima resbaló por mi ojo derecho, él se sentó a mi lado.

— Lo siento pero necesito que me ayudes a encontrar a Hoseok.

— ¿Que pasó con él? — preguntó tomando suavemente mi mano izquierda.

— Estoy segura que el no quería hacerlo, hay alguien en él puedo asegurarlo, no haría tal cosa eso es imposible para el y sus... Sus manos no pueden...

— ¿Que pasó? — preguntó interrumpiendome y apretando la mano que me sostenía.

— Manchó su estatua.

No pude ni siquiera sentir cuando me soltó por la rapidez en la que se fue, desapareció dejándome atrás. Solté un resoplido y levantándome caminé hacía fuera del pueblo tuve suerte por que un chófer de taxi recién salia en su recorrido. Lo hice parar y me subí, iría a casa, como siempre pero hice al hombre detenerse a medio camino, la camioneta de Hoseok estaba ahí parada, le pagué al hombre que me dejó al otro lado donde se encontraba y se marchó, yo crucé rápidamente la calle y cuando estuve cerca un portazo me hizo dar un salto y parar mis pasos.

Hoseok salió de ahí con las mangas de su polera remangada a sus hombros y un destornillador en sus manos, al verme se acercó a mi y supe de inmediato que era él y lo abracé.

— ¿Estas bien? — le pregunté.

— ... Si — dijo alejándose de mi y entrecerrando sus ojos — ¿tu estas bien? Me dijiste que te dejara sola en el cementerio.

— ¿Qué?.... — estábamos confundidos, era obvio que él no recordaba nada de lo que hizo o dijo. Pero por alguna razón le seguí la corriente — ah... Si, lo siento, me sentía un poco rara pero ya estoy mejor — sonreí — ¿y... Que pasó aquí?.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now