27

2.4K 209 166
                                    

Al abrir mis ojos me costó situarme en donde estaba, la luz del sol que atravesaba la ventana me llegaba en toda la cara, me acurruqué hacía el lado izquierdo cuando sentí el brazo de Jimin abajo de mi, acariciando mi pelo y me inundaron todos los recuerdos de anoche, me apegué más a él. Sé que Jimin no duerme, siempre lo dijo pero ahora tenía los ojos cerrados, pasé mi dedo índice por su perfil y me detuve en el cuello ¿Era de mañana o tarde? No me tomé el tiempo de mirar el celular y me pose cerca de Jimin que parecía dormido pero no lo estaba. Era extraño pensar en la noche anterior, hasta hace unos meses jamás habría pensado que llegaría a tener sexo con Jimin, nunca. Y ahora me parecía tonto haberlo olvidado, haber olvidado lo mucho que lo había querido antes y me alegraba el poder quererlo de nuevo. Cuando abrió los ojos le sonreí.

— Hola — dije. Él me sonrió devuelta y pasó su mano por mi pelo, dejando unos mechones detrás de mi oreja derecha.

Apoyé mi cabeza en su pecho para mi sorpresa su corazón latía rápidamente, nunca lo había sentido latir de esa forma, me emocione y apoye mi cara en su cuello.

— ¿Todo bien? — pregunté.

— Si — acarició mi pelo y yo le di un casto beso antes de levantarme y irme a duchar.

Mientras él se duchaba yo fui a la cocina a preparar algo para comer porque estaba que moría de hambre, saqué unos huevos para hacerlos revueltos y comí con él cuando estuvo listo, hablamos sobre donde ir, le di ideas, al cine de la ciudad de al lado o de compras o incluso yo estaría bien si solo saliéramos a caminar, mientras estuviera con él me daba igual. Él me propuso algo que ya había dicho una vez.

— ¿Y si vamos a la casa de Richard?.

— ¿Tu abuelo falso? — pregunté.

— Sip.

— ¿Para qué? — pregunté dudosa.

— Para mostrarte mi pieza.

— ¿Tienes pieza? — Me reí, no sé porque pero siempre imaginé que Jimin se pasaba las noches caminando, leyendo o viendo televisión, no creí que a lo mejor tuviera su cama propia y eso — ¿Qué tienes ahí?

— Una cama, un librero y una televisión.

Solté una carcajada, no estaba tan equivocada.

— La verdad es que Richard quiere conocerte mejor — dijo después de que pude parar mi risa tan escandalosa — Se toma en serio su papel de abuelo.

— Es porque te quiere, de seguro eres la persona con la que más tiempo convive.

— Supongo. He pasado con él todos los años desde que se convirtió en humano — lo miré, él jugaba con una cuchara moviendo la sobre los huevos que estaban en el sartén — y hace ocho años que soy su nieto favorito.

Terminé de tragar el pan que comía, casi me atraganté.

— ¿Hace cuanto lo conoces?

— Mucho — dejó la cuchara a un lado — muuucho tiempo, lo conocía cuando era un ángel, luego me alejé de todos para estar con Laura y años después de que muriera fue cuando me enteré que el se había vuelto un humano.

— ¿Como lo hizo? — pregunté inmersa en la conversación.

— No lo sé.

En ese tiempo me quedé pasmado, yo quería volverme humano antes que él pero no supe como, y luego, unos años después  me enteré que el lo había hecho ¿Por qué? ¿Como lo hizo? Todo tipo de preguntas  se me pasaron por la cabeza, no fue hasta que lo vi que me di cuenta que era real, un ángel que se había vuelto humano ¿Por qué se lo permitieron y a mi no? no lo entendía. Richard me dijo que habían muchas cosas que no se le permitían contar y que le borraron otras más, los poderes ya no los necesitaría obviamente. Sé muy poco de Richard durante su época como ángel de la muerte, así que nunca supe que fue lo que lo llevó a tomar la decisión de querer ser humano, con el tiempo se enamoró de una chica, se casó, tuvo una familia y así pasaron sus años hasta ahora.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now