Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)

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Busco mi mp3 en el canasto y no esta ahí, dejo mi bicicleta en el suelo del patio y me devuelvo a casa y me topo a mamá con un gran arreglo floral en su preciado jarrón de cerámica. Me mira de pies a cabeza sorprendida.

— ¿Para donde vas vestida así? — pregunta por mi atuendo de shorts y polera de tiritas.

— Pues.... — me relamo los labios — iba a la cabina telefónica que hay en la carretera, aun no hay señal en la casa — trago saliva — llamaré a Sam, debe estar preocupada.

— Ohhh — exclama mamá — pero lleva un sombrero — se devuelve al salón y vuelve con su sombrero — ten el mio — me lo pone en la cabeza.

— Bueno ya me voy — digo saliendo de casa.

— No tardes mucho — no aparta su mirada de mi hasta que subo a mi bicicleta.

Agito mi mano y ella hace lo mismo, comienzo a pedalear y por alguna extraña razón me cuesta tomar el equilibrio hasta ya avanzado unos metros. Durante el camino puedo notar que ningún vehículo pasa en esa dirección. Cuando por fin llego a la cabina y me adentro, marco el número de Sam que me se de memoria.  Suenas tres tonos hasta que lo coje.

— ¿Hola? — pregunta Sam.

— Buenos días, ¿se encuentra Samantha  Hargreaves?.

— ¡¿________?! — grita por lo que alejo un poco el teléfono de mi oído — ¿Porqué no me llamaste ayer?, no sabes lo preocupada que estaba..... — la interrumpí.

— Si, lo siento, no me llega señal allá y no hay línea telefónica aún  en casa — digo.

— ¿Y? — pregunta — ¿Ya te acostumbraste por allá?.

— ¿Que dices? — respondo — Apenas llegué ayer y todo se siente raro todavía.

— ¿Raro? — pregunta.

— Si ya sabes, algunas personas que no veía hace años — como <<Jimin>> me respondo a mi misma.

Hablé con ella hasta que se me acabaron las monedas, debo decir que el despedirme de Sam fue muy doloroso, ella es mi única verdadera amiga, admito que antes del accidente me parecía una compañera de colegio muy habladora y molesta pero después del accidente ella estuvo a mi lado tanto como mis padres, y me hizo darme cuenta que no estaba tan sola como pensaba, no en ese momento.

Al salir de la cabina y tomar mi bicicleta, por mi lado pasa una camioneta y para un par de metros mas adelante, asomándose por la ventanilla izquierda Hoseok.

— ¿La llevo señorita? — grita desde allá.

Yo suelto un resoplido acercándome — ¿que haces por aquí?.

— Pues estoy trabajando — dice mientras baja de la camioneta — déjame — toma la bicicleta y la sube a la parte trasera.

Cuando ya estoy arriba no puedo evitar ver las bolsas de supermercado en los asientos traseros, veo una cajita de leche de chocolate y la tomo.

— ¿Me das una? — le pregunto mientras se sube.

— Ya la sacaste — separo la bombilla de la caja me fijo en  que las bolsas tienen nombre.

— ¿Toda esta mercadería es tuya? — pregunto bebiendo de la caja.

— No, debo entregarlas a sus respectivos dueños — dejo de chupar la bombilla, el soltó una risa — esta bien, no se dará cuenta.