Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)

6

Mi ventana estaba abierta por lo que el viento fresco rozaba suavemente mi mejilla y recordé como ayer Jimin me tocó con sus manos, era similar y cerré mis ojos.

Los recuerdos y el beso que ocurrieron ayer me hacía preocuparme de mis acciones. No quería aceptarlo pero el beso me había gustado, había sido suave y a pesar que me resistí fue con cariño, no se como pero lo sentí así.

— _____ ¿te tomaste tu medicina? — preguntó mamá.

— Aja — dije pero mentí, no las he tomado desde hace días.

Ella siguió parada en la puerta mirándome, yo me incliné para mirarla y volví a mi posición anterior de inmediato.

— ¿Has llamado a Samantha?. 

— Aja — esta vez no mentí — hace un rato hablamos.

Y finalmente se retiró.

Sam me había contado que conoció un chico lindo que había llegado al barrio, que era candente según sus palabras, yo obviamente no le conté sobre lo que sucedió con Jimin, no sabría explicarle todo lo que sucedía.

A jimin no quiero verlo y no sabré enfrentarlo el lunes que es cuando debo ir a trabajar.

Sam me prometió que tan pronto tuviera tiempo se vendría unas semanas para acá.

El viento hizo sonar el colgante de mi habitación. Me fijé en como se balanceaba la pluma blanca y gris.

Izquierda. Derecha. Izquierda otra vez.

Edward.

Lo siento, besé a alguien más ¿estás molesto?.

Probablemente no lo estás.

Chico candente, Edward lo era. Al menos para mí, sus ojos color miel combinaban perfectamente con su cabello castaño claro y su piel pálida, su esbelto cuerpo que me hacía desearlo lo suficiente como para querer permanecer todo el tiempo sobre él.

Me senté en mi cama.

La caja de metal estaba sobre mí velador y tomé unas cuantas notas.

Algunas de las cosas que hay en ellas puedo recordarlas, como la que dice que le regalé un dibujo hecho por mí.

Si fue en la misma época de mis mariposas del salón, pfff que mal debieron estar hechas.

Yo debo recordar todo esto, quizás así pueda saber quien es él. Yo se que el existe y no es un hombre común y corriente. Él es algo más que eso y yo necesito saberlo.

Metí la caja de notas en uno de mis bolsos que estaba colgado en la pared.

Salí de mi habitación y pase la correa de mi bolso sobre mi cabeza para que terminara apoyada en mi hombro, retiré mi cabello que había quedado por debajo de esta. Pase por el salón y estaba mi madre muy pensativa viendo un gran lienzo. Su mano derecha se apegaba a su mentón y fruncía sus labios hacía arriba.

Ella aún no se había percatado de que la observaba, me gustaba cuando pasaba eso, cuando podía mirarla siendo simplemente Miny y no mi madre. Podía observar lo bella que era y lo poco que nos parecíamos, lastimosamente había sacado más genes de mi padre que los de ella.