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Jimin no estaba en la casa, no estaba en ningún lugar.

Cuando desperté estaba sola, sin rastro de él, lo busqué y lo llamé por teléfono pero su celular estaba en la habitación, al bajar al primer piso tampoco había nadie, solo una llave en la mesa vacía, me asusté, no dejó ni una nota, ordené la habitación y luego me fui, dejé la llave dentro de un florero que colgaba en el techo del porche y me encaminé a casa, estaba nublado, pero no pareciera que iba a llover.

— ¿Estás aquí cierto? — pregunté al aire mientras caminaba por la orilla de la carretera — ¿por qué no apareces? — volví a preguntar — ¿pasó algo?

Pero no obtuve respuesta, Jimin no me contestaba, no sabía qué estaba pasando, el día se sentía raro, al igual que la situación.

Llegué a casa para darme un baño, mamá y papá preguntaron como había ido todo, les dije que bien, fue un bonito velorio y entierro, mamá se preguntó si fue correcto que ninguno de ellos se presentara conmigo a dar el pésame a la familia pero le dije que estaba bien, que la familia quiso algo pequeño sin demasiada gente. Luego de comer algo me fui en bicicleta a la cafetería, mientras andaba creí ver a alguien parado en un poste de luz, creí que era Jimin pero al voltear mi cabeza ya no había nadie, mi bicicleta se tambaleó por lo que tuve que volver mi concentración al camino, aunque la sensación de que me miraban no desapareció, no volví a ver a nadie más en el camino.

Llegando a la cafetería, Adriana me preguntó cómo estaba Jimin, le dije que estaba bien y que se quedó acompañado de su familia.

— No es por meterme ni nada pero... — dijo — no me pareció ver a los padres de Jimin.

— Pues... — intenté buscar una mentira creíble, además no sabía si Jimin le había dicho algo, aún así inventé — Jimin no tiene a sus padres, fue criado por su abuelo, no sé cómo fue pero eso me contó.

— Oh — dice un tanto avergonzada — ya... Jimin se debe sentir desolado.

— Sí pero intentaré darle el amor que necesita.

Creo que Adriana había olvidado que era la novia de Jimin por lo que me miró sorprendida.

El día pasó sin pena ni gloria, un día normal, tanto que se sintió raro. Hoseok me saludo a través del ventanal, salí de la cafetería porque ya era hora de colación, me había traído unas comidas preparadas nuevas que llegaron donde trabajaba, eran un trío, la que me trajo era de arroz, con un poco de carne picada y ensalada, no estaba mal. Nos sentamos en una plaza que tenía una pileta gastada por el tiempo al centro, no pareciera que iba a llover por lo que no nos resguardamos en ningún sitio techado.

— ¿De qué es el tuyo? — pregunté porque el mio se veía más apetitoso que el del él.

Se quedó viendo el suyo unos momentos — No sé — se rio — parecen ravioli pero se sienten raros en la boca.

Hizo muecas mientras seguía comiendo, aunque lo terminó, nos callamos un rato porque parecía que habíamos agotado los temas de conversación.

— Y... ¿Cómo está tu novio? — preguntó de repente — con lo de la muerte de su abuelo.

— Lo normal, supongo — digo mintiendo porque Jimin estaba triste pero tampoco podría decir que estaba triste como lo estaría un humano normal — intentando avanzar de a poco.

Se me queda viendo un rato, sin saber que decir.

— Espero que no sea de esos que cambian después de situaciones drásticas.

Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS-TOTAL!)Where stories live. Discover now