Soy Rosmery Swan tengo 18 años desde hace más de 3 años soy una híbrida, y he pasado la mayor parte de ese tiempo aprendiendo a conocer y controlar mi nueva yo. Ahora después de que mi padre tomara la magnífica decisión de enviarme a vivir con mi ma...
Media hora después de meternos al agua Ed me saca del agua titilando de frió, el agua estaba cálida, pero por alguna razón ilógica siento como si me estuviera congelando.
Me acuesta en la cama y me cubre con una manta cálida, me abraza y deposita un beso en mi frente. —mejor. -asiento sin atreverme a mirarlo siento que estoy arruinando nuestra noche. —vuelvo en un momento iré a ponerme algo de ropa. -asiento.
Lo veo desaparecer en medio de la oscuridad de la habitación, por alguna razón completamente ilógica, me tiemblan las manos, no es la primera vez que estoy con alguien eso es claro, pero si es la primera vez que Ed y yo estamos juntos.
—nena, no llores. -me abraza, es apenas que me doy cuenta de que estoy llorando como si me doliera algo. —está bien. -da un beso en mi cabello. —te prometí que esperaría, tranquila. -lo miro.
—duerme ha sido un día muy largo. -acaricia mi mejilla. —lo...-pone sus dedos en mis labios. —tranquila, solo descansa. -recuesto la cabeza en su pecho.
No sé en qué momento me quedé dormida, el caso es que lo hice y ahora estoy sentada en la cama muerta del calor y totalmente confundida.
Acabó de despertarme y Ed no está por ninguna parte, creí que él no saldría de la casa por el tema del sol, pero no está.
Salgo de la cama envuelta en la manta, ojalá eso significar que lo hicimos, pero no, me paro frente al ventanal y cierro los ojos, llenándome de vitamina E.
—¿Qué haces? -doy un pequeño salto y me giro haciendo él, y sonríe. —tomando un poco el sol. ¿Dónde estabas? -se acerca a mí y acomoda mi cabello detrás de la oreja.
—hablando con Rosi. ¿Dormiste bien? -asiento. —tengo hambre. -sonríe. —tendré que aprender a cocinar tu comida favorita. -pone sus manos en mi cintura.
—creí que lo hacías todo. -sonríe. —digamos que en eso no soy el mejor. -acaricio su mejilla. —perdón por lo de anoche no sé qué pasó.
—está bien, iré a prepararte algo para que comas. -sin separarme de él comienzo a caminar hacia la cama, él retrocede hasta sentarse en la cama.
—¿segura que quieres esto? -lo miro.
—sí, pero sí tú quieres... -pone su dedo en mis labios. —no es eso. -da un beso en mi hombro. —solo quiero que esté completamente segura. -le sonrió y asiento.
Me besa lento y con convicción, sigue completamente vestido, mientras que yo solo llevo una manta cubriéndome el cuerpo, sus manos se posan en mis muslos y los acaricia suave.
Pasa las manos hasta la parte interna de mis rodillas y me gira sin siquiera separar sus labios de los míos, me acomoda y se separa de mí, se queda viéndome y después da un tierno beso en mi nariz.
sonrió, alargo las manos hasta su camisa y comienzo a desabotonar, cierro mis piernas en sus caderas para no permitirle huir y él sonríe, —eres hermosa. -murmura acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja.
No digo nada, solo lo beso suave mientras le quito la camisa, cuando cae en alguna parte de la habitación, sus labios descienden por mi cuello y deja rastros húmedos a su paso, mientras sus dedos dan pequeñas caricias en mis muslos.
No sé en qué momento me deshago de su pantalón, ahora estoy concentrada en el remolino de placer que se construye en mi vientre cuando sus labios se apoderan de mis senos, tiene uno en sus labios mientras con la mano juega con el otro haciéndome soltar pequeños gemidos de placer.
Se deshace del bóxer y quita la manta por completo de mi cuerpo, se queda viéndome por un momento y después murmura. —podría admirarte toda la vida. -sonrío y acaricio su mejilla
Enredo mis manos en su cuello y lo beso, sabe lo que quiero, pero se hace esperar, mis piernas están envueltas en sus caderas, sin embargo, no hace nada para penetrarme, me besa y se adueña de mi cuello y llena de caricias mi cuerpo. —Edward. -murmuro y solo es eso lo que necesita.
Se desliza en mí, me muerdo el labio cuando lo siento llenarme completamente mis caderas se mueven involuntariamente hacia él y su ritmo aumenta, escucho algo romperse, pero no le prestó atención, cambia el rito de rápido a lento y de nuevo a rápido, volviéndome loca.
Me giro sobre la cama y quedo encima de él. Apoyo mi mano en su pecho y él se apodera de mis senos con sus manos.
Aumento el ritmo cuando siento el orgasmo construirse en mi vientre, entonces después de varios minutos con el mismo ritmo dejo que el orgasmo se apodere de mi cuerpo.
Él se sienta y yo me abrazo a él. -te amo. -susurro en su odio y continúo moviéndome lentamente. Hasta que un sonido ronco brota de su garganta, y yo lo beso para acallarlo.
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No sé cuántas veces lo repetimos antes de que tenga que obligarme a parar, mi cuerpo necesita un descanso, mientras que él parece estar mejor con cada encuentro, odio no poder complacerlo como el él lo necesita. —está bien, sé que tienes que Alimentarte y descansar nena. -seguimos acostados en el desastre de cama que hemos hecho, yo con la cabeza en su pecho y él acariciando mi cabello.
—pero, tú quieres más. -se ríe. —siempre, pero entiendo. No te preocupes. -da un beso en mi cabello. —iré a preparar para desayunar, no tardo. -vuelve a reírse amo verlo así de relajado.
—a almorzar ya. -miro el reloj en mi mesa de noche son las dos de la tarde. —eso. ¿Saldremos está noche o nos quedaremos emm haciéndolo? -sonríe.
—lo que tu elijas. -me siento en la cama. —lo pensaré. -asiente.
