La Gemela De Bella ( Edward Cullen)

❤Capítulo 26❤

—¿Qué está pasando? ¿de dónde lo conociste? -está ansiosa. —larga historia. Iremos a beber algo ¿quieres acompañarnos? -frunce el ceño.

—no sueles beber. -suspiro. —lo sé, van a ser solo unos tragos, además los necesito. ¿vendrás o no?

—Em me está esperando para ir a cenar.

—¿estás aquí por eso no es así? -sueno dura. —no, yo en realidad quería disculparme contigo. -la interrumpo.

—últimamente lo único para lo que me buscan las personas es porque necesitan algo de mí. -me llevo la mano a la muñeca y la muerdo. —Ros. -no me detengo.

—¿necesitas donde llevarla? -las lágrimas amenazan con salir, pero no lo permito. —responde. -traga saliva y finalmente saca un pequeño contenedor.

—que tengas una linda cena. -digo y la dejo allí, mientras avanzo al auto.

Es la primera vez desde que somos amigas que nos peleamos, la forma en que le hable ha sido horrible y sé que no debí desquitarme en ella la frustración que tengo encima, pero ya no hay vuelta atrás. —¿todo bien? -pregunta Damon cuando arranco el auto. —aja. -suspiro y conduzco en silencio.

Cuando me detengo en la casa de mi madre, Damon se me queda viendo. —esto no parece un bar. -dice y me mira, yo aprieto el volante cuando reconozco el auto de Ed estacionado junto al de mi madre. —no lo es, aquí vivo. -se tensa.

—¿puedo pedirte un favor? -asiente. —es ir, tocar y preguntar por Rene, cuando sea ella, le dices que vienes a recoger mis cosas. -me mira.

—tus cosas. -asiento. —¿estás segura? -vuelvo a asentir.

—no vayas a decir que estoy en el auto, solo dile que te he enviado yo y que me comunicare con ella cuando se me pase un poco el enojo con todo el mundo. -pone su mano en la mía y me dedica una sonrisa. —así lo hare.

Baja del auto y cuando llega a la puerta toca de inmediato. Mi corazón se estruja un poco al verlo, mira a Damon algo nervioso y eso me agrada.

—¿esta Rene? -pregunta Damon mientras mete ambas manos en los bolsillos. —¿de parte? -Edward no deja de mirarlo despectivamente.

—de Rosmery. -dice él y no me pasa desapercibido la forma en la que Ed pasa su peso al su pie derecho, echa un vistazo afuera y descubre mi auto.

Edward desaparece por un momento y enseguida aparece mi madre, yo le indico a Damon por medio de mis pensamientos que es ella. —¿en dónde está? -le pregunta.

—en un hotel. -miente. —me envió por sus cosas.

—¿Por qué no viene ella?

—está ocupada.

—pues dile que cuando se desocupe venga por sus cosas, que soy su madre y que no tiene por qué esconderse de mí. -suspiro y Damon parece hacer lo mismo. —señora, ella no sé está escondiendo, simplemente necesita algo de espacio para ella, debería entenderlo.

—entiendo eso, pero no puede desaparecer así no más, me preocupo por ella, así que dile que cuando tenga el valor venga ella misma por sus cosas porque a ti que ni siquiera sé quién eres y porque tienes su auto no voy a entregarte nada. -él se pasa la mano por el cabello frustrado.

Se encamina en dirección al auto, pero cuando está por llegar ella habla nuevamente. —dile que no es necesario que se quede en un hotel, aquí hay espacio para ambas. -él asiente y acorta la distancia hacia el auto.