La Gemela De Bella ( Edward Cullen)

❤Capítulo 38❤

Dos meses después...

Todo esto ha sido un largo y horrible proceso, extraño salir de aquí y la comida y dormir a gusto.

Tengo catorce semanas de embarazo según las ecografías, dos meses más de los que en realidad son, durante todo este tiempo mi único alimento ha sido la sangre de Damon y las horribles vitaminas que me inyectan.

Con ayuda del Dr Reves pude convencer a Carlisle de que no era necesario volver a Forks, ya que al parecer mi bebe no quiere matarme como Renesmee lo hacía con Bella.

Han sido dos meses largos y tediosos solo porque soy demasiado testaruda con lo de la comida, Damon y yo hemos discutido mucho acerca de eso, pero siempre termino ganando y después en el baño vomitando.

Stefan decidió quedarse según él al menos hasta que nazca su sobrino, aún no he logrado saber qué es eso que me están ocultando, sé que es algo bastante importante, porque Damon se molesta cada que toco el tema.

También he mantenido contacto con Bella desde que le envié el mensaje, después de la respuesta de su mensaje le dije que quería seguir hablando con ella, pero que no tenía ganas de saber nada que tuviera que ver con Edward, porque no volvería a saber de mí.

—hoy luces bien. -miró a Stefan mientras bebo mi ración de sangre matutina. —gracias. ¿y tu hermano? -le pregunto y me siento en el sofá.

—dijo que iría a comprar algo para ti. ¿Cómo te sientes? -sonrío. —bastante bien. -acaricio mi vientre, él sonríe. —¿puedo? -pregunta y asiento.

Se acerca a mí, se sienta a mi lado y pone su mano en mi vientre poco abultado. —¿Cómo está mi sobrinito favorito? -yo sonrío. —es tu único sobrino. -me sonríe. —le caes muy bien. -se ríe.

—¿a quién no? -me río. —buenos días. -escucho la voz de Nathaniel. —tu no le caes tan bien. -murmuro y él se ríe.

—lo sé. Nunca se mueve para mí. -se sienta frente a mí. —¿Cómo amaneces hoy? -pregunta y deja su maletín en el suelo. —yo perfecta, pero este pequeñín tiene mucha hambre hoy y Damon no está. -Stefan sigue acariciando mi vientre y yo me sobresalto cuando se mueve.

—no tan fuerte. -murmuró. —hoy es día de vitaminas. -pongo cara de fastidio. —por eso justamente no le caes bien. -se ríe.

—¿ya saben cómo le van a poner? -pregunta Stefan. —no, aun no. -digo. —ya no quiere moverse más. -Stef quita la mano.

—finge estar dormido, hace lo mismo cada que escucha a Nate. -pongo mi mano en mi vientre y sigo con las caricias. —¿quieres empezar o prefieres que esperemos a Damon.

—esperémoslo, tengo un correo que revisar. -él sonríe. —vuelvo en unos minutos. -me pongo de pie y dejo el vaso en la mesa del café y voy al estudio.

Me siento y enciendo la computadora, frunzo el ceño cuando veo tres correos seguidos de Bella, nunca suele ser tan insistente. Abro el más viejo y lo leo.