❤Capítulo 31❤

3.3K 191 13
                                    

Se quedo toda la mañana conmigo, esperaba que Damon dejara su inmadurez aun lado y se apareciera, tenía enserio unas enormes ganas de que ambos se conocieran. Cuando le dije a Jake que iría a ver a Carlisle se ofreció a traerme así que aquí estamos, dándonos nuestro abrazo de despedía.


—escríbeme más seguido. Sabes que te quiero un montón. -me sonríe. —hare lo que pueda, la señal allá es horrible. -le doy otro abrazo y entonces me tenso.

—¿Qué? -pregunta sin apartarse. —ella está aquí. -digo en un susurro porque él también está aquí y probablemente pueda escucharnos.

—mierda, justo lo que no quería. -se separa de mí, pero no se gira. Como me gustaría que D estuviera aquí, soy un poco más fuerte cuando está a mi lado. —dímelo a mí. -susurro justo cuando ellos se detienen frente a nosotros.

—Jacob. -él se vuelve y ella se tensa. —Isabella, Edward. -responde con tono frio.

—estaremos en contacto. Dile a ese chico que te cuide mucho. -esbozo una sonrisa porque sé porque lo dice. —lo haré, cuídate mucho. -da un beso en mi mejilla y después se va sin ni siquiera prestarle atención, a ella.


Un Mes Después...


El tiempo aquí pasa extremadamente rápido, hace un mes desde la última vez que vi a Jake, aún recuerdo ese momento incomodo en que nos encontramos los cuatro en el estacionamiento del hospital.


Por suerte para mí y para mi plan con Carlisle, Edward y Bella solo estaban allí llevando el auto del Dr ya que lo estaban reparando o algo así.


Falta poco más de una semana para que ellos se casen y la ansiedad cada vez me come por dentro, a pesar de que las cosas con Damon van cada vez mejor, no dejo de pensar en que dentro de muy poco Ed hará parte de mi familia.


—Ros, Damon llegó. -anuncia mi papá abriendo la puerta. —lo sé, puedo escucharlo. -digo y me vuelvo hacia él dejando el pintalabios en el tocador.

—sigo pensando que es mucho mayor que tú. -me pongo de pie. —si lo es, pero en mi defensa diré que... -me quedo callada si digo lo que pienso probablemente se va a enojar.

—sé lo que ibas a decir, no leo las mentes como tú, pero sé perfectamente leerte a ti. -le sonrío. —lo sé. -doy un beso en su mejilla.

—avísame cuando Isabella se vaya. -le digo y lo dejo solo en mi habitación.

—hola, nena. -su voz, cada que pronuncia esa palabra hay miles de sentimientos que van y vienen desde mi vientre mi entrepierna.


A pesar de que entre los dos aún no ha pasado nada, cada que lo tengo cerca es como si no pudiese aguantarme para arrojarme le encima. —¿Cuánto hacía que no te veía? ¿una semana? -pregunto y me aproximo a él y lo beso.


—tres días, eso duro mi viaje. -sus manos se asientan en mis caderas. —pues tres días ha sido demasiado tiempo. -digo y vuelvo a unir mis labios a los suyos.

—Ros. -me vuelvo hacia mi papá. —lo siento. -murmuro, al verlo de pie en las escaleras.

—ya podemos irnos, antes de que la insípida de mi hermana aparezca. -él sonríe. —te amo papá. -digo y finalmente salimos de la casa.

La Gemela De Bella ( Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora