Capítulo 16: Blue jeans

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Atravesó los pasillos iluminados por el sol anaranjado del atardecer, sus tacones altos retumbaron contra la madera a cada paso y el sonido alarmó los rincones de la mansión. Dio de que hablar, como cada vez que ingresaba a esa residencia. Al principio, la servidumbre era disimulada. Pero la reputación de esa mujer llegó a la boca de todos y a pesar de ser un miembro importante de una organización vecina, hasta el personal dejó de tenerle respeto.

"¿Sigue viniendo?"

"Es la hija de Don Cacciatore."

Los murmullos entre los grupos de servidumbre se podían escuchar entre todo el silencio, la rubia frenó su caminar y quedó frente a una gruesa puerta de madera decorada con detalles antiguos y alguna que otra figura grabada. Molly portaba una expresión indiferente, dirigió su puño a la puerta para tocar un par de veces. Y entonces, esperó paciente la respuesta del otro lado. Aquel día solo llevaba puesto un vestido rojo, seductor y muy corto.

"¿Acaso importa? Media ciudad se revolcó con ella."

"No es más que una zorra, no vale nada."

Comenzó a escuchar esa clase de cosas más a menudo dentro de esa misma mansión. No tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre eso, la puerta se abrió ante sus ojos y el hombre en el interior del cuarto la dejó pasar con una tranquila sonrisa entre sus labios. El rostro de Molly se iluminó al verlo y seguido de eso, pasó hacia adelante y el contrario cerró la puerta detrás de ella.

Aquel hombre de largo cabello negro y sedoso se atrevió a rodear su cuerpo con uno de sus brazos y luego atraerla hacia su pecho. Y ella solo suspiró y le dedicó una sonrisa confiada. Posó ambas manos contra su pecho y permaneció segundos enteros contemplando los ojos oscuros y la piel palida del hombre mayor.

Ni siquiera tu servidumbre me respeta.

Mencionó la rubia sin borrar la sonrisa astuta de sus labios. El clima se volvió acalorado y aquel delgado hombre enredó sus brazos entre su cintura y su pequeña espalda femenina. La envolvió con sus manos, como si quisiera atesorarla, como si fuera una serpiente estrangulando a un cordero indefenso. Lejos de sentir miedo o creerse atrapada, Molly le rodeó los hombros con sus brazos y se acercó peligrosamente a sus labios. Y ambos entrecerraron sus ojos para mirarse, admirando el calor de sus cuerpos rozándose y el ardor de las pieles. Ella sintió como Pentious entrelazó sus largos dedos sobre su cuero cabelludo y deleitó su tacto ante su cabello tan sedoso y suave, con aquel aroma agradable y delicioso.

Aunque... definitivamente son más cálidos que mi padre, esos comentarios son dulces en comparación.

El hombre vestido con un costoso traje negro y perfumado con la colonia mas acaudalada de la ciudad, la sujetó firmemente de la cintura y la arrojó sobre la cama de la enorme y lujosa habitación de tonalidades rojas. Cuando ella abrió sus grandes ojos azules y reaccionó, Pentious ya estaba por arriba de su cuerpo y la acorralaba con sus brazos. La situación la descolocó de una forma incomprensible y la hizo sentir fuego en el interior de su pecho. El contacto visual que estaban estableciendo poseía tal fuerza y magnitud que ya no podía tolerarlo, ansiaba con fervor ser tomada por ese hombre.

El contrario sujetó su delgado mentón, alzó su barbilla y sonrió ante aquella delicadeza tan pura, ante todo lo que le mostraba como mujer. Parecía tan frágil, tanto así que sabía que si la sostenía con mucha fuerza, rompería sus huesos. Preso de la pasión y el deseo del sometimiento, Pentious la analizó con hambre de probar su cuerpo nuevamente, como en cada encuentro clandestino.

¿Te importa lo que unos lacayos digan de ti?

Molly tembló ante esa voz, la adoraba. Amaba a ese caballero mas que a cualquier otro y entregaría su vida entera por él. Era diferente a cualquier espantoso hombre con el que hubiera estado antes. Él la hacía sentir que valía la pena seguir viviendo en un mundo tan cruel y cargando un destino que nunca quiso poseer. Esa vida era una calamidad, un suplicio para ella. Y entre toda esa oscuridad y amargura, pudo encontrar a Pentious. Supo que su alma estaría enlazada con la de él por siempre apenas cruzaron palabras la primera vez que se vieron.

Born to Die [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora