Capítulo 12: El comienzo

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Se las arregló para arrodillarse frente a Alastor y utilizó parte de las gruesas pieles que llevaba encima para intentar frenar la hemorragia. Destrozó la tela y empezó a ejercer presión, no contaban con mucho tiempo y Anthony sentía que su mente estaba al borde de colapsar. Sus manos estaban empapadas con la sangre del mayor y mientras ejercía fuerza sobre sus heridas, sus dedos temblaban al igual que el resto de su cuerpo.

Quiso mantener una expresión seria, intentó no demostrar el pánico que lo estaba invadiendo. Pero a pesar de que presionaba, la sangre seguía emergiendo y podía sentir el calor del líquido entre la punta de sus dedos. Cerró sus ojos a segundos de tener una crisis nerviosa y sintió su corazón latir demasiado fuerte, estaba en un gran problema y estaba dejándose llevar por sus horribles pensamientos. Alastor estaba muy mal... Si seguía perdiendo sangre, no sabría si tendría una esperanza de vivir. Pero si salían del auto en ese momento, los encontrarían y los matarían a disparos de todas formas.

Necesitaban un poco más de tiempo y era lo que les faltaba. El rubio mantuvo sus manos ejerciendo presión, mientras que Alastor, aún recostado en el asiento, observó adolorido su evidente rostro consumido por ansiedad y agobio.

Cuando se despeje te sacaré de aquí.

No podía pensar de otra manera. Los disparos se escuchaban cada vez más cerca y todavía no los habían encontrado. Estaban abusando de su suerte, pero no tenían otra escapatoria. Si los encontraban, iban a matarlos, no había ninguna otra opción más que esperar a que se retiraran. Quiso ser optimista, quiso creer que se iban a alejar y la persecución no iba a durar demasiado.

Anthony...

—Cállate.

Alastor había tratado de hablar con las pocas fuerzas que conservaba, jadeante y cada vez más pálido y demacrado. Pero el rubio no quería escuchar la mierda que iba a decir. No podía oírlo, no podía pensarlo ni una sola vez. Inevitablemente, se puso mucho más tenso, mantuvo su mirada fija en su herida y en sus propias manos ensangrentadas presionando su torso. No podía rendirse, esa no era una opción.

Torció una mueca de angustia, no quería que esa fuera una opción. El rubio se estaba desmoronando poco a poco y no iba a poder resistirlo por mucho tiempo más.

Anthony.

—¡CÁLLATE! ¡NO VOY A DEJARTE!

Era absurdo, sabía que iba a decirle eso. Anthony bajó la cabeza y la cólera y el desamparo rompieron todas las defensas que estaba tratando de equilibrar débilmente. Su estabilidad ya no podía sostenerse, negó una sola vez con la cabeza. Jamás iba a irse sin él, eso ni siquiera era una posibilidad. Alastor lo protegió de esos disparos, Alastor lo alejó de esa mujer para cuidarlo. No podía irse y abandonarlo, era ridículo.

Tienes que hacerlo.

Pronunció cada palabra con cierta dificultad para respirar. Mientras sudaba frío y el dolor por debajo de sus costillas de hacía insufrible, observó somnoliento a su compañero y quiso ser neutral al respecto. Anthony era un miembro esencial en su organización y sería el próximo líder, el sucesor de su padre. Él no debía morir en ese lugar, su vida era valiosa y muchas personas contaban con él para ser resguardadas. Debía irse y salvarse a sí mismo antes de preocuparse por alguien como él en ese momento crítico.

¡Claro que no! ¡¿Estás loco!?

Le gritó el rubio de forma histérica y fuera de control. No podía rendirse de esa forma, no entendía la razón. No quería que eso sucediera y dolía tanto que apenas y podía seguir respirando, enterró su rostro entre el dorso de una de sus manos que seguían presionando y sollozó repleto de dolor. Sus emociones colapsaron y su mente se hizo un desastre, las lágrimas cayeron por su rostro y se mezclaron con la sangre del propio Alastor.

Born to Die [ RadioDust ]Where stories live. Discover now