Capítulo 9: Hermanos

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Molly le indicó con un par de señas a sus hombres que comenzaran a descender los grandes paquetes de los camiones. Se cruzó de brazos y observó meticulosamente los movimientos de cada uno mientras descargaban los kilos de cocaína empaquetada, luego se atrevió a prender un cigarro sin dejar de observar a su alrededor. No parecía haber nada fuera de lo común, la mercancía debía ser guardada dentro de ese gigantesco galpón oscuro hasta ser enviada a distintas partes de su territorio.

La lluvia caía sobre el techo de metal del galpón y el agua producía un impacto ruidoso contra la superficie. Sin embargo, los hombres seguían descargando y movilizando los paquetes sin cesar, uno tras otro. Los apilaron y, de a poco, los camiones fueron retirándose de la zona de reunión. Molly largó algo de humo de entre sus labios rojos, iba a revisar parte de los enormes bolsones por ella misma, hasta que uno de sus hombres le llamó la atención y le dijo que había encontrado algo peculiar entre varios de los envoltorios. La rubia permaneció extrañada por unos momentos, pero caminó precavida hacia la dirección que el hombre indicaba.

Desde la otra punta del escondite, Niss revisaba la entrega y sostenía parte de las bolsas porque quería corroborar la dureza. Con una simple navaja, desgarró parte de las envolturas y pudo sacar algo del polvo blanco. Lo palpó entre sus dedos, el producto siempre era de calidad y se vendía a un precio justo. Anthony se quedó a su lado, reposó una mano sobre el cargamento y silbó falsamente impresionado por la cantidad. Al menos una vez al mes ingresaba esa tonelada de droga y se vendía como pan caliente en poco tiempo.

Su hermano mayor agudizó su mirada sospechosa hacia él. Ciertamente ellos eran los traficantes más reconocidos de los suburbios, pero a veces su padre se encargaba de comprar el cargamento de pequeños grupos criminales para ser dueño absoluto del negocio de la droga y que no haya ningún revuelo, malentendido o matanza. Esa era su zona y nadie más podía vender oro blanco en ese lugar, solo ellos. Preferían comprarles a esas pequeñas redes que intentaban traficar, no eran fuertes y pagarles no significaba mucho.

Bueno, ese había sido el plan desde el principio hasta que Anthony comenzó a hacer lo que se le pegaba la gana.

No voy a cubrirte para siempre. Si nuestro padre se entera que le estás robando dinero...

Su hermano menor estaba jugando sucio desde hace un tiempo. No completaba esas transacciones con los grupos más insignificantes de la ciudad. Robaba la mercancía y robaba el dinero de su propio padre. Y eso era algo bastante decadente. Sin embargo, el rubio no parecía sentir vergüenza o algo por actuar de esa forma. Le dirigió una mirada desinteresada, encogiéndose de hombros sin mucho que decir.

Podría esconder un cadáver debajo de su cama y no se enteraría. Mientras no le digas nada, estará bien.

Subestimaba a su padre la mayoría del tiempo. Tal vez estaba en un error, pero era difícil no pensar que era un idiota. Nunca se daba cuenta de sus movimientos y si Niss le mentía u ocultaba la verdad, ni siquiera se daba cuenta de nada. Esa confianza ciega hacia su hermano mayor le beneficiaba, o al menos eso creía. El de cabellos negros odiaba estar en esa situación, pero tampoco sabía cómo cambiar la forma de pensar de Anthony.

¿Para qué estás ahorrando en todo caso?

—No te importa.

El rubio quiso concluir esa charla en ese momento. Por suerte o por desgracia, Molly los llamó a ambos desde lo lejos. Se notaba alarmada por lo que fuera que sus hombres le habían mostrado. Ambos hermanos se miraron entre sí, luego marcharon hasta su dirección sin dudarlo ni por un segundo.

Cuando llegaron, ella señaló la caja de madera que estaba abierta ante sus pies. Su mirada era nerviosa, abrumada, esa clase de señales no era nada buena. Y esos paquetes de advertencia señalaban lo que siempre temían entre la familia: una guerra por poder o por territorio, una amenaza. Pero nadie se había involucrado en algo grande como para recibir tal advertencia, ninguno de los tres sabía qué estaba pasando.

Born to Die [ RadioDust ]Where stories live. Discover now