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Los malos no siempre son tan malos...

Me estampe contra la pared, hice una mueca de dolor y toque mi brazo izquierdo, por un momento pensé que me lo había roto.

- ¡Dolió Wooyoung! – grite, mi amigo me sonrió, pidiéndome disculpas. – Debemos encontrar la forma para controlar tu aura. – dijo nuestro hyung, los demás estaban practicando también, Mingi y Seonghwa y la pareja. A diferencia de nosotros, los otros iban más que bien, el pelirrojo ya no trataba de golpear a Park y Yunho se iba familiarizando con sus poderes al igual que Jongho. – Lo siento hyung. – agacho su cabeza. – No te preocupes, encontraré la manera. – lo miré. Habían pasado ya cuatro horas desde que estábamos afuera, empezaba a hacer frío y el viento golpeaba con fuerza, parecía que una tormenta se avecinaba y ya debíamos entrar, por otro lado, Hongjoong cada vez se encontraba peor, parecía que en cualquier momento caería al suelo. – Hyung debemos entrar, el clima está empeorando y no te ves mejor que hoy en la tarde. – hable, mi hyung asintió desganado y se sentó sobre un tronco viejo, apoyo su mano sobre su cabeza y suspiro.

- Creo que necesito dormir. – con Wooyoung nos miramos al mismo tiempo, sabíamos que algo no andaba bien, pero temía que Hong se pusiera peor si decía algo, es como si se estuviera desgastando con cada minuto que pasa, tenía ojeras horribles debajo de sus ojos y sus orejas estaban rojas, sus manos temblaban, estaba empezando a sudar y todos lo notamos.

- Yo lo ayudo hyung. – se ofreció Jongho, este acepto.

















Al entrar al edificio subimos en diferentes ascensores, Mingi, Hongjoong, Jongho y Wooyoung en uno, Seonghwa, Yunho y yo en otro.

Me apoyé sobre una de las paredes y cerré mis ojos un momento, solo fue un segundo, pero el ambiente paso de ser cálido a uno frio, un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, algo no andaba bien.

De pronto lo oí, era la voz de Jongho, él me estaba llamando. Abrí los ojos y miré a mis hyungs, Yunho tenía el ceño fruncido, mientras que Seonghwa me preguntaba algo, pero no escuchaba que, solo podía oír la voz del menor pidiendo ayuda.

- ¡Debemos bajar! – el mensaje era claro, ahora lo veía, estábamos dos pisos abajo, corrí hasta las escaleras, pero alguien me detuvo, me sostenía fuertemente del brazo, esa sombra negra era como la del bosque, ella estaba acá y no era para hacer amistades y reconciliarnos.

Seonghwa no tardo demasiado en ir hacia mi, pero otra lo tomo por el cuello y lo lanzó lejos, de reojo veía como Yunho luchaba contra otra, estaba en el suelo y una espada afilada lo mantenía allí, si se movía, aunque sea un poco, el objeto atravesaría su espalda.

- Eres lo que ella busca, deja de pelear y acepta tu destino, porque tú no eres lo que ellos dicen, eres solo un peón de algo mucho más grande, si lo aceptas harás las cosas más fáciles y tus amigos no morirán. Piensa que es lo mejor para los otros Yeosang. – mis ojos se aguaron, intentaba zafarme, pero no podía, aunque iba perdiendo la fuerza de a poco, era como si consumieran mi energía por completo. – Irás a un viaje, ahí verás todo, de eso que formas parte, lo que se avecina y veraz quien es el verdadero enemigo, porque Sunmi no es tu contrincante, ella solo se quiere salvar y a veces tenemos que sacrificar cosas para salvar a otros. – me arrodille, la sombre se veía borrosa, pero estaba seguro que ahora tenía una figura real y un rostro. Abrí mi boca asustado, porque no podía ser él...no mi padre. – Pensábamos que podíamos salvarte, cambiar tu destino, pero no pudimos. – busque con la mirada a Seonghwa, estaba junto a Yunho, luchando, no se vía herido y eso me tranquilizo. Papá...- susurré. Me soltó y desapareció, al igual la otra sombra, solloce, era él, se veía tan real. – Debemos subir rápido. – dije y limpié las lágrimas con el dorso de mi mano.

Al llegar a nuestro piso Wooyoung estaba sangrando de la nariz y Hongjoong hyung estaba inconsciente en el piso, Mingi estaba fuera de control. Esto no pintaba nada bien.

Las sombras nos rodearon, un sentimiento de furia e incompetencia me invadió, me sentía tan inútil, sin saber manejar mis poderes, por no poder proteger a mis compañeros, porque no entendía que sucedía, era como un laberinto, no podía encontrar la salida, aunque parecía que cada vez estaba más cerca, no era más que una ilusión, un deseo de entender.

Seonghwa tomo mi mano, encajaban tan bien, pero no podía sentir nada más, solo furia, y suponía porque entrelazo nuestros dedos con fuerza, mis ojos habrían cambiado de color y todo a mi alrededor se movía tan bruscamente, parecía que todo el edificio se caería a pedazos.

El panorama había cambiado por completo, ya no estábamos en el instituto, al menos no el que yo conozco. El edificio parecía desgastado, todo estaba hecho pedazos, había fuego y el humo no nos dejaba ver más a allá de lo que teníamos a pocos metros. El rubio se colocó delante de mi, protegiéndome de lo que sea que tengamos en frente.

- Ya conociste a tu lindo ángel...que suertudo, yo ni eso tuve. – reía, aunque en sus ojos no se veía ni una sola gota de diversión, solo reflejaba tristeza, un vació sin fondo. Hasta pude sentir su miedo. – Sé que lo viste, espero que reflexiones al respecto querido Yeosang, sería una lástima que tengamos que hacerlo por las malas. – sostenía un pequeño frasco de vidrio con un líquido azulado dentro, ella siguió mi mirada. – Esto es un elixir, contiene mi poder, mi verdadero poder, pero solo podre tomarlo cuando me libere, mientras tanto debo atormentarte. – trague saliva. - ¿Liberarte de qué? – pregunto mi hyung. Ella se cruzó de brazos. – De ustedes. – simple y cortante, pero decía la verdad, podía verlo, no mentía. - ¿Nos matarás? – volvió a cuestionarla, ella soltó una carcajada, manteniendo esa sonrisa que tanto detestaba. – Yo no, pero tu elegido sí. – se acercaba a pasos determinados y moderados. Le hizo frente a Park sin dejar de sonreír en ningún momento.

- Y por eso te llevaré a ti.

Y los buenos no siempre dicen la verdad.


Les quería dejar este capítulo porque tenía inspiración y no podía aguantar hasta el viernes. 

El elegido¹;; seongsang [ateez!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora