20

548 91 40
                                    

Yeosang


No era como lo esperaba, pero al menos era una linda salida, también se había unido Yunho ya que Jongho y él estaban un poco distanciados. Mingi estaba muy emocionado comiendo una hamburguesa y Hong estaba muy torpe hoy, había tirado ya dos veces el jugo y tropezó con el camarero. Wooyoung estaba de mal humor porque invitamos a San y no dejaban de discutir por todo, en cambio Seonghwa y éramos otra cosa. Ambos estábamos como en una burbuja, alejados de todos, en nuestro propio mundo.

Llegue a saber que a Seong le gusta el café que le prepara una señora de cocina, que le tiene mucho apreció a todo el personal porque todos participaron en su crianza y que, aunque no lo demostraba, cuando era niño siempre se ponía triste cuando un amigo se iba, preguntándose que tenía él de malo y porque no lo adoptaban. Ahora solo espera terminar la escuela e irse de una vez, ver que le prepara el mundo, aprender y hacer su vida.

Mis metas eran distintas, en realidad...

- No lo sé, cuando era pequeño quería ser bombero, pero ahora realmente no sé qué quiero hacer... o quién soy. – suspire bajando la cabeza, estaba avergonzado. – Hey, no te avergüences, es normal. Y eso de saber quién eres tienes tiempo para saberlo, no dejes que nadie te presiones, debes tener tu tiempo y dejarte ser. – apretó mi hombro con cariño y me regaló una sonrisa hermosa, es tan hermoso, hace que mi mundo se de vuelta y que todo a mi alrededor se quede en silencio, solo oigo su voz, como si solo importara él. – Gracias, en serio. – le sonreí, él solo se sonrojo. – Yo...emm...bue-bueno no fue nada...- se rasco la nuca con timidez. - ¡Chicos miren! – Mingi, quien se encontraba sentado aun lado de nosotros nos señaló a...

- ¿¡Qué!? – grité.

Wooyoung se encontraba sobre San y ambos se estaban BESANDO, pero no era un beso tierno y dulce, de esos que guardas en tu memoria, era todo lo contrario, se estaban comiendo la boca, literalmente.

- ¡Qué asco! – me volteé, Seonghwa se reía. Nunca volvería a ver a mi amigo de la misma manera. – Esperen...chicos. – Hongjoong se levantó con rapidez y antes de que alguien diga algo los separó, poniendo sus manos sobre su cintura, Woo parecía un cachorrito regañado y San solo sonreía. - ¿Quieres huir? – él tomo mi mano. Parecían encajar tan bien y no me cansaría de pensarlo, eran como piezas de un rompe cabezas que se acoplan a la perfección.









Empezamos recorriendo la feria que había conocido por primera vez con mis amigos y donde nos conocimos, subimos a algunos juegos, comimos algo, nos tomamos de la mano y nos dábamos esas miradas cómplices, sus ojos eran tan brillosos, podía ver todas las estrellas en ellos.

Este día era tan especial, al fin tuve un buen día después de tanto, no está ni Sunmi, ni el accidente de mis padres, tampoco esos que me molestaban, solo somos nosotros dos o así lo siento yo. Mi corazón se acelera, mis manos sudan, pero las de él también, nos sonrojamos como tomates, nos susurramos en el oído y compartimos un helado. No sé qué siento con exactitud por Seonghwa, pero es algo que no puedo explicar con palabras.

Luego de tres horas nos fuimos por el pueblo y al no tener forma de contactar con los chicos decidimos ir a buscarlos.

- Realmente no sé cómo pudo pasar, Woo parecía despreciar a San, pero luego...no quiero ni recordar. – nos reímos. El atardecer se podía ver desde las calles, era muy hermoso, el canto de los pájaros también nos acompañaba, las hojas amarillentas del otoño que se iba caían y formaban un hermoso paisaje, nunca podría olvidar esto, este momento lo guardaría en mi corazón, como uno de los más preciados.

- Esto es perfecto. – dijo, yo asentí en silencio.

- Yeosang. – me llamó, lo miré, parecía un poco ansioso, mordía sus labios y respiraba pausadamente.

- Sé que teníamos que ir a buscar a los chicos, pero antes me gustaría preguntarte algo. – ambos quedamos el uno frente al otro, esperando mi respuesta. – Claro hyung. – tomo mis dos manos y las unió con las mías, entrelazando nuestras manos. Esa magia entre nosotros empezó a florecer de nuevo. - ¿Diste tu primer beso?

Me quede mudo.

No, nunca di un beso, tampoco tuve una pareja, estaba muy ocupado escapando de mis agresores.

- Yo...no. – respondí, estaba boqui abierto, mi boca se encontraba seca, no podía hablar, solo me quedé ahí, mientras veía como él se acercaba lentamente a mí, inclinando su cabeza ligeramente y tomaba mi mentón con su mano, ambos a tan pocos centímetros de unir nuestros labios, faltaba tan poco, era el paisaje perfecto, el momento correcto.

- ¡Chicos! 






El elegido¹;; seongsang [ateez!]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें