16 pt2

669 115 12
                                    


Los gritos de Seonghwa se oían en toda la habitación, Woo en un intento de ayudar, se acercó para auxiliarlo pero Hwa lo tiró lejos, evitando que lo llegase a tocar, Hong quien estaba con Mingi no pudo acercarse tanto como Wooyoung ya que el mayor se lo impedía, aunque podía hacerlo a esa distancia, pero...

Mingi agarró la mano del pelirosa - casi peliblanco - y lo empujó detrás de él, los ojos del pelirrojo se volvieron rojos como la sangre.

- Yeo, debes acercarte tú...- me susurro Joong, quien estaba detrás de la espada del pelirrojo. Yo con algo de temor me acerqué, con pasos lentos y para nada seguros, tenía miedo de que me empujara como Woo, que por cierto, ya se levantó y estaba cerca de la puerta y podía verlo, con miedo y con la mano sobre la manija dorada. - ¿Hyung? - susurre. Él tocaba su pecho, tan aterrado, buscando esa herida que lo atravesó. Con las manos sudadas y temblorosas toque su hombro, estaba agitado y soltaba pequeños sollozos. - Hyung, no tiene nada, esta bien...- el rubio me observó, con sus ojos aguados y sus pupilas dilatadas. Sus mejillas se encontraban rojas y se notaba su nerviosismo. - Yo...yo..no...- explotó en llanto, perdido entre todas las sensaciones. Coloqué mi brazo sobre su hombro desnudo y lo atraje hacia mi, tratando de transmitirle mi tranquilidad, siendo sostenido por las caderas con sus brazos, que temblaban alrededor de mi.

Park era una persona tan fría por fuera, pero ahora se veía tan frágil, como un pequeño insecto, temblando y sollozando como bebé, buscando refugio entre los brazos de su madre. Aunque Seonghwa y yo no nos conociéramos mucho, me encantaría ver cada faceta de él, conocer su historia y que él también conozca la mía.

Mi corazón latía con entusiasmo, como si hubiera corrido kilómetros, y sé que es por él.

Seonghwa se apartó, un poco más tranquilo y se tapó con las sábanas su torso desnudo, parecía algo tímido y sus ojos rojos cayeron sobre mis amigos.

- ¿Qué pasó? - preguntó bajando la mirada, avergonzado. Hong al fin pudo ir hasta su lado y tomó su temperatura con su mano. - Me siento extraño. - le dijo, sin mirar los ojos preocupados de mi hyung pelirosa. Este chasqueó sus dedos y su mano mantenía flotando una bola verde. - Tú sabes lo que viste, así que, solo mantente quieto, no dolerá. - sin previo aviso Hongjoong enterró la bola en el pecho del rubio, este soltó un grito tan fuerte que todos tuvimos que taparnos los oídos con nuestras manos. - Listo. - se paró y se mantuvo a su lado, de pie mientras me miraba a mi. - Acércate. - habló con autoridad mi guía. - Mira. - una pequeña cicatriz decoraba el centro del pecho desnudo de Seonghwa, devolviendo al mayor en sus sentidos, tocando esa parte con sorpresa. - La primera herida como ángel nunca se borra.

Todos nos miramos confundidos, Seonghwa ya estaba mejor, así que se encontraba sentado sobre la cama escuchando atentamente las palabras de Hong.

Wooyoung había ido a traer un poco de agua para el rubio y ahora estaba tomando una ducha para relajarse, además de que Seong le pidió disculpas por empujarlo. Mingi solo leía el libro del pelirosa con fascinación.

- ¿Soy qué? - el mayor miró a todos en la habitación, pero cayó más sobre mi. - ¿Y ustedes qué? - tenía el ceño fruncido. Realmente estaba perdido. - ¿Me curaste con esa cosa verde? - le preguntó a Hongjoong, quien negó. - Utilice mi energía y la tuya para poder curarte, por eso dormiste tanto, era una herida muy profunda y atravesó uno de tus pulmones. - explicó, él asintió. - ¿Mingi, cierto? - mi amigo asintió. - ¿Eres sangre? - cuestiono, le parecía extraño el nombre y a quién no. - También es algo nuevo para mí, tardé mucho en creerles y peleé con ellos, hasta que sucedió. - se encogió de hombros, mientras se metía unas frituras a la boca. Wooyoung salió del baño con su pijama y le robó la bolsa de papitas a Mingi regalándole una mirada de muerte. - ¿Cuántas veces te dije que no comas mis frituras? - el mayor se rió. - Y...Yeosang. - me llamó. Volteé a verlo. - Eres el ¿elegido? - suspire, preparándome para hablar. Moje mis labios con mi lengua y me puse delante de él. Nervioso y analizando su reacción. - Si y estoy en el proceso de entrenamiento, no sé que soy capaz de hacer o no hacer y hoy te puse en peligro...casi mueres y...fue mi culpa. - agache la cabeza. Pensar que si Hongjoong no hubiera estado ahí, él iba a morir, y nadie podría salvarlo. Nadie. - Hey, no digas eso Yeosang, yo me puse en el medio, ella te iba a apuñalar y no podía permitirlo, aunque tuviera que haber dejado la vida. - me dedicó una de sus sonrisas, esas sinceras que irradiaban luz. Nuestras miradas estaban conectadas y como muchas otras veces, nos perdimos en la mirada del otro, dejándonos llevar por esa corriente invisible, con nuestros corazones golpeando a la par. 










Después de esa noche pasamos más tiempo juntos o lo que las clases nos permitían, para después él ir con sus amigos, aunque Jongho ahora nos hablaba más y hasta invitó a su novio, Yunho, en el almuerzo, siendo ochos chicos pasando un almuerzo en paz, como chicos normales y sin preocupaciones, sin latentes pesadillas y una mujer con el corazón roto persiguiendonos.

No había tenido el tiempo suficiente de contarle a Hongjoong sobre lo que descubrí de ella, los exámenes nos tienen saturados y muy cansados, además de las múltiples tareas. Wooyoung estaba un poco distante y aunque intenté hablar con él, el pelinegro no ponía de su parte y a decir verdad, no sabía cómo actuar en situaciones como estas, nunca había tenido amigos y odiaba ser un espectador de sus ojos tristes. Con Mingi todo estaba bien, parecía el mismo chico hablador del primer día, pegado al brazo de Joong, con sus ojos brillantes y llenos de amor, si amor. Lo veía y aunque tampoco se mucho de ello, en los libros lo relatan cómo algo tan alucinante y hermoso como también destructivo y desgarrador. Solo podía esperar que su amor florezca en la primavera.

Ahora me encontraba escondido en la biblioteca como meses atrás, viendo por la gran ventana el hermoso atardecer, una de las maravillas de este lugar.

Aquí era mi refugio, donde me escondí y llore por mucho tiempo, donde pensé e imaginé, también leí y aprendí, no todo eran malos momentos después de todo, aunque no podía evitar quedar paralizado siempre que escuchaba el nombre de mis agresores, ellos marcaron un antes y después en mi vida, además de todo el daño psicológico y físico que me provocaron por mucho tiempo y sabía que en algún momento tendría que lidiar con eso, pero ahora solo quería descansar, estar solo conmigo mismo, sin pensar en nada ni nadie.

Sabía que debía disfrutar este momento, porque lo que se avecina no es nada bueno, también debía hablar con mi Hong sobre Sunmi y sobre lo que soñé después de que Seonghwa se fuera al día siguiente, si eso era una clase de visión del futuro...solo quiero evitarlo, no quería eso sucediera, aunque si hablaba de más ella vendría por mi de una vez.


 La luz del sol desapareció entre las montañas y ahora ocupaba su lugar en el cielo, la esplendorosa luna brillando junto a sus estrellas hermanas.

Suspire y me dejé caer en el suelo tomando un libro de la estantería detrás de mí, tocando su tapa dura adornada con pequeñas estrellitas y puntos blancos y dorados.

Mi madre me leía todo el tiempo, cada noche antes de dormir y otras veces mi padre nos hacía compañía con sus voces graciosas y muecas, extrañaba eso, el amor de mis padres, sus cálidos abrazos y ver dibujos animados juntos. Imaginar cómo sería todo ahora solo hacía que una nostalgia enorme invadiera mi pecho, apretando el libro entre mis brazos, pero sin permitirme llorar.

Tal vez mi madre planearía un lindo viaje y mi padre la acompañaría en su locura, armando las valijas junto a él, mientras mi madre preparaba unos bocadillos para el camino. Mi padre luego iría a ver que hacía mi madre para ayudarla. Ellos se complementaban perfectamente bien, siendo compañeros verdaderos, el apoyo del otro.

Reí al imaginar cómo mi madre y mi padre se reían de algo que dijo el otro y después subíamos al auto...

¿Si yo iba con ellos esa noche?

¿Estaría muerto?

Negué, no debía pensar en eso.

Solo pasó lo que tenía que pasar ¿verdad? 




Quería agradecerles por las lecturas, nunca imagine que tendría tantas ;(

Quería avisarles que tengo otras dos para hacer pero con todo esto que está pasando no tengo tiempo ni para actualizar esta, pero si publicara una de bangtan y ateez ¿la leerían? 




El elegido¹;; seongsang [ateez!]Where stories live. Discover now