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Desperté en el mismo lugar que antes, con Jongho sosteniendo mi mano aún. Ambos nos miramos confundidos y atónicos, más él. Tenía que hablar con Hongjoong y preguntarle qué pasó y cómo es que lo hice.

- Hyung eso fue impresionante. - sonreía, como un niño pequeño. - Volvamos a hacerlo. - yo estaba callado, yo seguía asombrado, sin creer lo que acababa de pasar. - Yo...- no pude seguir hablando, Jongho gritó y soltó mi mano, llevó sus manos sobre su cabeza y cayó al suelo, desmayado. - ¿Qué creen que hacen? - asustado volteé, ahí estaba mi hyung, ahora con su cabellera blanca, parecía enojado y preocupado a la vez. - no lo sé. - musite. Él arqueó una de sus cejas y fue hasta el menor, sin necesidad de tocarlo lo despertó. - Vamos a tener una seria charla, todos. - sin decir nada más lo seguí. Jongho venía detrás de mí, todavía con un leve dolor de cabeza, pero nada grave. - Mingi y Wooyoung estaban preocupados porque no venías. - fruncí el ceño, solo fue la primera hora. - Tres horas Yeosang, pensé que ella te había llevado. - Joong no estaba como las otras veces, estaba rígido y sus facciones duras. Algo debió pasar. - No nos dimos cuenta. - conteste en un susurro, daba miedo. Ho se mantenía callado y al llegar a la habitación sorprendió a los menores, quienes se miraban entre sí. - ¿Cómo? - me preguntó Woo quien mantenía su boca en forma de "o". - Solo paso. - respondí. Hongjoong carraspeó y se puso en medio, mirándonos a todos, para después tomar asiento en el escritorio, ahora parecía más relajado que antes. - Nunca vuelvas a desaparecer así. - me apuntó con su lapicera verde. Asentí. - Bien, los reuní porque Yeosang ya está despertando su tercer poder. - todos giraron a verme menos Jong que parecía observar todo a su alrededor menos a mi. - Y descubrí que son tus "pesadillas" . - hizo comillas en el aire. De su escritorio sacó un libro de tapa marrón viejo y que no tenía nada escrito, podía notar que sos hojas estaban manchadas y algunas rotas. - No son pesadillas, son visiones vividas. - dijo, parecía serio mientras buscaba lo que se que era. - Aquí. - mojo sus labios con su lengua y colocó su dedo sobre la hoja. - Las visiones vividas son vistas únicamente por el elegido, tiene la oportunidad de presenciar lugares pasados y entablar conexión con sus enemigos. Esto puede ser riesgoso si no se llega a saber a quien se enfrenta. - su mirada filosa sobre mi me hizo apartar la mirada, aunque sentía que Wooyoung se movía inquieto y Mingi se veía tieso. - Tenemos que saber quién es ella. - hubo un corto silencio que fue interrumpido por el menor de todos. - ¿Cómo sabes el nombre de tu enemigo? - parecía un poco distraído, pero se ve que escuchó todo lo que dijo Joong. - Exacto. - el mayor se levantó de su asiento y suspiro. - No podemos dejarte solo, siento que algo se acerca. - y yo también lo sentía, cada noche cuando despertaba y me cercioraba de no tener ninguna herida, había algo detrás de mí, respirando o susurrando palabras inentendibles. - Yeosang ¿me estás escuchando? - preguntó el peliblanco frente a mi. - Perdón. - negó y volvió a hablar. - Estábamos hablando de los poderes de Ho y cómo viajaste en el tiempo. Algo que muy pocos elegidos llegaron a hacer. - iba a decir algo cuando un toque en la puerta me interrumpió. Mingi se paró y abrió esta encontrándose con su amigo, quien parecía muy feliz y estaba vestido de manera extravagante. - ¿¡Qué hacen aquí encerrados!? Deberían estar en la fiesta.

- ¿Fiesta? - cuestione, él asintió con una enorme sonrisa. - Aquí no tenemos fiestas. - aclaré. Estaba extremadamente prohibido, era un orfanato no un salón. - Bueno al parecer hoy si, en una cabaña en el bosque, muchos nos escabullimos cortando una parte de la reja, no somos muchos igual, la cantidad necesaria para divertirse. - le guiño un ojo a Wooyoung. Tendría que preguntarle que pasa entre él y San.















Al llegar a la fiesta no parecía que había poca gente, no había música, pero los adolescentes eran felices jugando y besándose por ahí. Nunca habían hecho una fiesta en el orfanato y era completamente entendibles, pero llegaron los chicos de alta clase y pusieron todo de cabeza.

San se había llevado a rastras a Wooyoung quien tenía un humor de perros y Hong no siquiera quería entrar, pero Mingi buscaba la forma de convencerlo para tomar un descanso. En cambio yo, estaba sentado en las escaleras observando en silencio, aburrido y muerto de sueño. Definitivamente esto de las fiestas no es lo mío. Apoyé mi cabeza sobre la pared y cerré los ojos, tratando de descansar, ese viaje había consumido mi energía por completo y solo quería apoyar mi cabeza sobre mi almohada. Una presencia a mi lado me despertó, al abrir los ojos no pude diferenciar quién era, pero al notar su cabello rubio lo noté.

- ¿Hyung? - susurre adormilado, él parecía feliz, tenía una linda sonrisa en su rostro y tenía un vaso en su mano. - ¿Ya duermes? - carcajeó y bebió un poco de su bebida. Pase mis manos sobre mis ojos adormilados y bostece. - Es que estoy cansado. - dije, él solo me miró atentamente y dejó su bebido en un escalón más arriba. - Te llevo a tu cuarto, vamos. - yo acepte, tomo mi mano y ambos salimos de esa...cabaña.


Al segundo mi sueño desapareció. Esa cabaña era la misma donde estaba Woomi, era un trampa, debía sacar a los chicos de ahí.

- No, espera hyung. - me solté de su agarre y corrí hacia adentro, siendo perseguido por él. Al entrar noté que Jongho estaba dormido sobre el sofá rojo en frente de una chimenea. - Hyung despierte a Jongho, debemos irnos. - él, sin entender, obedeció y con ternura despertó al menor esté estaba un poco mal humorado pero despertó del todo. Busque en todos lados a Wooyoung y San, pero parecían haberse esfumado. A cambio encontré a Hong siendo acorralado por un pelirrojo bastante ebrio en la cocina y con ayuda de Seong lo saque.

- Voy a buscar a Woo. - hable, el peliblanco asintió y decidió quedarse con el pelirrojo y el menor del grupo. - Te acompaño. - dijo el rubio que estaba a mi lado. Yo asentí y volvimos a entrar.


Entramos a la cabaña de nuevo pero esta vez la puerta detrás de nosotros se cerró y las luces se apagaron.

No otra vez. 


Jaeyul apareció delante mi, con un cuchillo en su mano, amenazando a todos ahí, aunque llevaba una máscara negra y nadie podía diferenciar quién era, yo lo sabía. Seonghwa me resguardo detrás de él, intentando protegerme, aunque estoy bastante seguro de que puedo hacerlo solo, si, estoy casi seguro.

- Todos acostado en el suelo, obedezcan o los mato. - todos aterrados hicieron caso a la orden de Jaeyul, menos yo y Seonghwa. - Duerman. - otra voz se hizo presente. Daehyun bajaba por las escaleras, sacándose la máscara, arrojándola por ahí. - Que bueno verte otra vez, y ahora con tu guardián favorito. - el rubio me miró de reojo, yo desvié la mía. - Podría divertirme con ustedes, pero no tenemos mucho tiempo, solo venir a advertirte. - se colocó al lado de su hermano, chocando sus hombros y compartiendo la misma cínica sonrisa. - Ella te verá mañana, aquí mismo, solo. - recalcó la última palabra. - ¿De qué mierda hablan? ¿Y cómo es que están aquí? - las preguntas de Seonghwa no tuvieron respuesta alguna, fueron ignoradas. Daehyun chasqueó la lengua. - Sí no lo haces, le cortaré la garganta. - señaló con su cuchillo al rubio que estaba delante mio. - Estas advertido. 




El elegido¹;; seongsang [ateez!]Where stories live. Discover now