Highlands ( #PGP2020)

Jugando con fuego

Era hora de pasar página. Lo había decidido.

Y aunque el amor que sentía por Alaster se le clavaba en el pecho como una espina imposible de sacar estaba dispuesta a pincharse para sacarla.
Sino, la espina acabaría con ella, pues no la dejaba pensar y cuando pensaba que se había olvidado o que podía soportar no estar con él, la espina se clavaba más profundamente, recordándole su dolor.
Aylin había decidido que el amor no traía nada bueno, que te hacía débil y que conseguía envenenar el corazón y entristecer el alma de maneras insospechadas.
Ahora debía ser fuerte, no podía estar pensando en sentimientos amorosos, ni en cuánto querría verle y estar bien con él.
Debía luchar contra su corazón y esta vez debía ganar la razón. Necesitaba estar concentrada para destapar toda la red de traidores y asesinos que le habían mentido a la cara. Necesitaba descubrir quiénes mataron a su familia.

Así pues, se lo comunicó a su Robb, cosa que no le hizo ninguna gracia.
- Estás jugando con fuego.
- Ellos llevan años jugando con fuego, ya es hora de que lo haga yo también.
- Sí, pero no se han quemado.
- Ya es hora de que lo hagan.
Robb la miró y suspiró, era terca como una mula. Él sabía que no había otra opción más que hacer creer a Kent que ella estaba loca por él, sólo así se ganarían su confianza.
- Y yo qué debo hacer?
Aylin paseó por el despacho de su ausente tío, pensativa.
- Aquella joven tan hermosa, cómo se llamaba?
-Sarah- respondió él, no sin cierto dolor.
- Ella debe saber más no? Dile que vigile a Kent en la corte.
- No te fías de él?
- No. Debemos saber con quién se junta... así yo sabré a quién tengo que investigar.
- Está bien.- respondió. Se quedó mirándola en silencio.- Me recuerdas a tu madre ahora, prima. Ella era toda una estratega.
Aylin sonrió ante esa idea y deseó tener a su madre junto a ella.
- Hoy mandaré carta a Kent.

- Aylin...Cuando quieres a laguien de esa manera, no dejas de hacerlo jamás. Y si encontrases a otro, no sería amor, sería otra cosa que no cabe ni describir con una palabra.

- Yo ya no tengo tiempo para esas cosas, Robb. ¿ De qué me ha servido el amor si todo ha sido una mentira?

-Y dime, si dejas de creer en el amor, para qué quieres vivir entonces?

- Venganza. Justicia, Robb, Justicia. Me mintió, en todo lo importante.

- Te quiere.

-¡¿Y de que me sirve?! ¿ Robb has perdido la cabeza ? ¿A caso quieres que me fuge con él y deje a Kent tirado?

Robb se levantó y se puso las manos en la cabeza, las restregó por su cara y suspiró.

Aylin sabía que nunca dejaría de querer a Alaster, sabía que lo que sentían el uno por el otro sólo desaparecería con la muerte. Pero ahora esos sentimientos se encontraban bajo el reinado del rencor que ella sentía hacia él. La había traicionado.

- Maldita sea. Yo sólo hubiera preferido que te hubieras casado por amor...

- Poca gente lo hace; además Kent me gustaba.

- ¿ Y lo sigue haciendo ?

- Robert te pido que me dejes tranquila con este tema, debo hacer lo correcto.

- ¿ Lo correcto para ti o para nosotros ?

- Para todos. No podría vivir sabiendo que ... Robb, debemos descubrirles, debemos vengar a mi familia y debemos asegurarnos de que podemos ser libres...

- Perdóname Aylin, no debía haber dicho lo de Alaster, es solo que me da rabia...
- El amor no puede triunfar siempre, primo. Tal vez tú tengas mejor suerte.
Robb suspiró y negó con la cabeza.
- Lo dudo. Al menos mi hermana ha logrado casarse y ser feliz.
- Eso es cierto.
- Entonces debemos llamar a Kent.
-Sí.
- Debes encargarte de tenerle vigilado Robert, así sabremos cuántos soldados le vigilan.
- Está bien, veré qué puedo hacer, pero Aylin, por favor...
- Le odio de tal forma que hasta me pone enferma.- respondió ella cortante, sabiendo lo que su primo iba a decirle. Se fue a toda prisa cerrando la puerta tras de sí.
Robb suspiró, las cosas estaban a punto de ponerse feas. Más aún de lo que ya estaban.