Highlands ( #PGP2020)

Finales inesperados

Aquella madrugada Alaster decidió presentarse en mi casa.
No podía dormir y por eso estaba sentada en el balcón, intentando pensar qué demonios hacer con mi vida.
Antes todo era tan fácil.
Tan feliz.
El pasado había ardido en llamas y los recuerdos eran cenizas.
No había forma de volver.
Echaba tanto de menos a los que se habían ido....

Alaster apreció como una visión en mi jardín sobre su montura negra. Se detuvo al darse cuenta de que están el balcón; durante largos instantes nos observamos bajo la Luna la distancia. Había algo en la forma que nos quedamos observándonos, tenía un extraño sabor a despedida.

No era del todo insólito que se personase en mis tierras escondidas, pero lo que sí que lo era fue que se presentase sin avisar.

No bajó de su montura, simplemente mi hizo una señal para que bajara. Extrañada, Corrí a coger algo que ponerme, estaba tan nerviosa que casi no podía ponerme ni las botas. Intenté bajar las escaleras sin hacer ruido todo lo rápido que pude; pues siempre había algún sirviente terminando de arreglar cosas o simplemente paseándose. Hacía frío y los escalones estaban petrificados, notaba el frío a través de las botas.

Ya abajo, me dirigí hacia la cocina y salí por la puerta del servicio (hacía horas que la cocina había cerrado y de estar ganduleando estarían en las bodegas.)

En oscuridad caminé apresuradamente hacía él; había algo extraño en su silueta, en su pose. La luz de luna iluminó la sangre reciente en su kilt, Y por Primera vez, llevaba la típica boina escocés, cubriendo de parte del rostro.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunté. No contestó y aunque hubiera querido yo le hubiese interrumpido, pues vi que la sangre goteaba, era suya. - ¡¿ Estás herido ?!

Se quedo en silencio mirándome hasta que un gemido escapó de sus labios.

- ¿¡Alaster!?

- Ayúdame a bajar-  me dijo visiblemente dolido tus queridos redcoats nos han tendido una emboscada. - dijo cortante.

Mientras le ayudaba bajar me detuve frente a él.

- ¿ Cómo qué queridos ?- le pregunté . ¿ Qué estaba insinuando ? No me estaba dando buena espina. Su pelo color cereza calla sobre su rostro pero a pesar de ello pude ver su expresión dolida.

- ya sabes a qué me refiero.

Estaba empezando a cansarme de tanto misterio acusación.

- ¿ que ? - dije tal vez demasiado alto pues uno de los hombres que yo había olvidado que mi tío había designado para vigilar la casa preguntó a la noche:

- ¿ Quién anda ahí?

- Mierda- maldije. Alaster, alarmado, se movió, al acerlo tropezó y cayó sobre mí; por suerte, yo recaí sobre la pared, sin hacer excesivo ruido. - Maldita sea Alaster.- me quejé.

El joven highalnder me miró y por primera vez en toda la noche me mostró su sonrisa de siempre. Yo se la devolví.

- Venga, vamos a casa.

-Prrrr. - escuché al caballo de Alaster quejarse.

- Diantres, el caballo está en medio del jardín, saltará la voz de alarma.

Era peor dejar el caballo solo que que me pillar a mí con él.

Pues si lo vieran solo, bsucarían al dueño, y yo tendría que esconder a Alaster y pensar en una excusa decente para estar medio vestida.

- Ay-Ayla.- mustió Alaster como si estuviera en un sueño. Me alegró verle relajado, porque yo estaba al borde del colapso. Se quedó en silencio, mirándome y su mano sangrienta acarició mi mejilla.- Aylin, yo...