LA FAMILIA HOFFMAN

LA VIDA SE DETUVO POR SEGUNDO

Maryorie, sentía que las fuerzas la abandonaban, cómo si su alma se fuese separando de su cuerpo poco a poco, se había sentido muy  mal todo el día pero no había dicho nada, sin embargo Sara, lo intuía, porque Maryorie  no había salido de la cama, solo para ir al baño y eso lo había hecho con ayuda de Rosa. Sí, no se había ido era porque un pequeño la mantenía atada a este mundo, sin embargo eso ya no era vida para ella ni para su pequeño, que quería salir al patio, quería ver a  su madre como él la conocía. Sin embargo ahí estaba el acostado con su madre. Inicialmente el quería que ella le leyera un cuento pero ella estaba tan cansada que optó por ser al revés. Sí, él le leería un cuento a ella claro que en su caso. Es, el inventaría un cuento viendo las figuras del libro que tenía en la mano.

Leo: Había una veeeezbun pincipe…que.. no saludo a la abuelita…y entonces… él se puso feeeeeeeo…. Muy feo… y todoooo su astillo…cambio… y…llego…una chacha bonita…y…y…le hizo mimos…y se hicieron amiguitos….entonces… las tacitas…y las cucharas…bailaban…y los muebles…y…y…

Maryorie sonreía viendo a su pequeño hablando pero no pudo evitar ponerse nostálgica. Al pensar que nunca vería crecer a su pequeño, no le celebraría mas cumpleaños, se perdería su primera comunión, nunca lo vería graduarse de bachiller, ni su carrera, ni casarse su niño crecería sin su madre a su lado. Pensaba, que ella había sido egoísta y tal vez por eso la vida de se lo había cobrado, cuando tuvo relaciones con Max, venía de una ruptura dolorosa, creía odiar a los hombres, y juro no tener una relación tan dependiente como la que la había hecho sufrír y tramó tener un hijo con el primero que se encontrará. Y nunca se lo diría para no quedarse sola en la vida, sus padres había muerto, y no tuvo hermanos así que un hijo era perfecto y así fue, que nació Leo, era perfecto en todos los sentidos pero la vida cobra cara a veces las faltas o omisiones y una terrible enfermedad la había interceptado y ahí estaba en casa de los padres de Max, le habían tendido la mano claro que sabía que no por ella sino por Leo le debía a su hijo al menos eso. No dejarlo solo, unas lágrimas traicioneras cayeron y no pasaron desapercibidas por Leito, quien pensaba ante su inocencia, que su madre se había puesto triste por aquel cuento.

Leo: Mami no llores.. la bestia… es pincipe…al final…mira…mira…Dijo rápidamente pasando las hojas al final del cuento… ves…mami…y son felices…paara siempe... No llores mami… Le decía colocándole sus manitas en su cara.

Maryorie: ahhh que bueno bebé ¿te gusta ese cuento?. Dijo tratando de tragarse las lágrimas.

Leo: Siiii.. me gusta el cuento.

Maryorie: Leo…recuerdas que mami, está enferma…y…que..

Leo: te vas. ¿ya te vas…? Mami. Dijo mirándola fijamente a los ojos, ella no puedo decir que si…solo asintió con la cabeza, y él la abrazo fuerte.

Maryorie: Leo recuerda, que ahora estarás con tu papi tus abues, tíos, y primos. Mi cielo…quiero que cuando yo no esté…te portes muuuuuy bien…con tu papi…el te quiere mucho.

Leo: Siii ¿Ahora voy… a vivir con mi papi?

Maryorie: Así…es…  Tras unos minutos abrazados… tan fuerte como sus fuerzas la dejaban….

Leo: Mami…y…si …yo quiedo verte…

Maryorie: Cierras tus ojitos, y piensas en mi… yo estaré siempre aquí… le dijo colocando su mano en su pechito.

Leo movió la cabeza…negando… No cabes…mami…jijiji… Le dijo, y con eso le robo una sonrisa a su madre.

Maryorie: Siempre estaré contigo… aunque no puedas verme… desde el cielo voy a cuidarte bebé.

Leo: Te amo…mami.

Maryorie: Y  yo mi pedacito de cielo. Dijo con la voz quebrada.

No se dijeron más nada, solo se limitaron a abrazarse, Maryorie le besaba la cabecita rubia. Leo estaba por dormirse cuándo sintió que el abrazo de su madre se iba aflojando poco a poco. Maryorie, se había ido en paz….junto a su pequeño. Leo, levanto la cabeza despacio…