Comenzar de Nuevo (HxG)✔

14.2

― La primera vez trepó un árbol y parafraseó a Shekaspeare.

― ¿Romeo y Julieta? ― Ginny asintió.

― La segunda vez fue a mi trabajo fingiendo estar enfermo

― Está loco.

― Después...

― Colgó un cartel en San Mungo que decía: "Sanadora Weasley, cásate conmigo otra vez" James me enseñó la fotografía ― Ginny inevitablemente sonrió.

― La cuarta vez fue cuando dejó un papel en medio de un cuenco con fresas.

― ¿Qué decía el papel? ― Ginny sonrió mientras comía su ración diaria de pie de limón.

― "¿Cuándo tendrás antojo de Harry? Cásate conmigo otra vez" ― Respondió la pelirroja.

― Debo aceptar que el idiota tiene su lado tierno bien desarrollado.

― La última petición fue cuando olvidé comprar mi pie de limón...

― Tienes una obsesión con ese postre...

― Es el embarazo.

― Mentirosa.

― Bueno, el quinto mensaje venía sobre un pie de limón que me había dejado en la mesa de la cocina... ― Se acarició la panza ― "Cómeme... Por cierto ¿Te quieres casar conmigo otra vez? ― Dan observaba como su amiga suspiraba y se perdía en sus pensamientos. Nunca esperó que ella se resistiera tanto a una segunda oportunidad con Harry, pero entendía que la situación fuera complicada.

― Entonces... ― Suspiró, Ginny lo miró y arqueó una ceja.

― Entonces ¿Qué?

― ¿Te digo mi punto de vista? ― Ella lo miró fastidiada. Dan era demasiado directo en sus opiniones y eso no significaba que a ella eso le molestara, en realidad siempre terminaba teniendo razón el joven actor.

― No...

― Bien, no me importa ― El se giró para enfrentarla. La miró con determinación ― Eres una mujer increíble, una madre ejemplar, un jodido sueño para un hombre y es por eso que no me impresiona que Harry luche tanto por ti. Tienes derecho a ser feliz, pero estás aterrada de serlo porque sabes que el único que puede garantizarla es Harry. Lo que Harry les hizo a ustedes no está en tela de juicio, sabemos que es tremendamente condenable, pero está arrepentido y podría jurar que jamás volvería a cometer tal estupidez.

― ¿Por qué?

― Porque ya te perdió una vez. Ginny, ¿Te acuerdas cómo reaccionó cuándo estábamos juntos? ¡Era un puto león enjaulado! ― Ella sonrió avergonzada ― Saber que te perdía lo sacó de ese ensimismamiento, abrió los ojos y por fin despertó.

― No quiero pensar que por priorizar mi felicidad esté cometiendo un terrible error ― Confesó triste.

― ¿Por qué va a ser un error?

― Mis hijos...

― Tus hijos serán muy felices con esa decisión y no por ellos, los mocosos son tan desinteresados que se alegrarían por ti y por Harry.

― ¿Tú crees?

― Lo sé. Cuando estabas hospitalizada sucedieron muchas cosas ― Ginny frunció el ceño mientras se acariciaba el vientre por inercia.

― Por favor, ilumíname.

― Tu padre golpeó a Harry ― Ginny abrió los ojos impresionada ― Esa mañana él te llamó, pero tú le diste calabazas. Después se enteró de lo que sucedió contigo y más tarde James vomitó todo tipo de recriminaciones y Harry soportó todo como un señorito inglés. Fue impresionante de ver, creo que nunca había sentido tanta lástima.

― ¿Qué le dijo James?

― Nada que no fuera verdad, era una conversación que James debía tener con su padre. Créeme que nunca había visto a un joven con tanta determinación defendiendo a su madre, fue admirable ver como le plantaba cara a Harry. Pero, ¿Sabes qué fue lo más emotivo? ― Ella negó. Los ojos de Ginny brillaban emocionados ― Que Harry logró convencer a James... y a Ron y a mí, que estábamos en la sala con ellos. Ese hombre te ama, Ginny ― Dos lágrimas cayeron, fue imposible retenerlas para la pelirroja ― Si de alguna u otra forma pensara que Harry no es honesto con sus sentimientos no te diría todo esto.

― No quiero enamorarme de él otra vez ― Susurró y Dan sonrió.

― Me temo que es un poco tarde para eso, toda la vida estuviste enamorada de él.

― ¿Qué pasa si él vuelve a engañarme?

― No puedes vivir con ese miedo, Ginny. Si le vas a dar una oportunidad debes confiar plenamente en él porque de lo contrario no habrá matrimonio que aguante.

― A veces siento que confiaría mi vida en Harry otra vez, pero me aterra errar.

― Debes tener seguridad en tus actos, cariño. Si Ginny Weasley no confía en si misma, no puedes esperar confiar en otra persona ― Sonrió y ella suspiró.