⚡¿Otro Potter?

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― ¿Por qué?


― ¿Cómo quieres que confíe en la palabra de alguien que no conozco? - Replicó furioso. Así se sentía desde el once de agosto por muchas situaciones, en particular con Cho y con Ginny. Bufó y maldijo por lo bajo a la recepcionista que no los hacía entrar en la consulta del sanador Seamus Finnigan que para Harry era el único en quien podría confiar semejante irresponsabilidad. Él había tratado los embarazos de Ginny y en esa desesperación en la que estaba patéticamente sumido no supo a quien más acudir.

― A mí me conoces muy bien y está de más decir que tienes el deber de confiar en tú mujer...

― Confío en ella, pero no sé si confiar en ti ― Suspiró pensando en Ginny, su verdadera mujer.

― ¿De qué rayos hablas? ¡mierda Harry soy yo tú mujer! ― Le espetó malhumorada.

― ¿Por qué no tuviste la puta idea de cuidarte? ― Preguntó irritado ― ¿te hiciste alguna prueba de embarazo al menos? - Intentó llevar muy lejos de esa conversación a Ginny, pero últimamente su esposa no hacía más que entorpecer sus actos y quedarse indefinidamente en su mente.

― No, pero los síntomas... - Intentó explicarse Cho ilusionada con una sonrisa que no cabía en el rostro.

― No quiero más hijos de los que ya tengo Cho - Dijo suavemente la sonrisa de Cho fue perdiendo en segundos el brillo y el esplendor. Harry la tomó por los hombros y la observó sin parpadear - tú me juraste que te cuidabas y por cualquier duda yo sí lo hago en ese tema soy demasiado cuidadoso. Si tú tienes ideas rondando por tu cabeza de tener hijos conmigo te las vas quitando ahora mismo, si es una falsa alarma todo este embrollo que montaste Cho te juro que ahora en adelante te obligaré a que tomes esa dichosa poción en frente de mis ojos para no crear sospechas ¿está claro?

― Sería un broche de oro para nuestra relación tener un hijo en común...

― Yo no necesito ese broche de oro, mis únicos hijos son James y Albus y no quiero más. Ellos son mi vida.

― Pero...

― No hay peros, yo no deseo más hijos y si por misterios de esta jodida vida estás embarazada Cho yo...

― Ya pueden ingresar a la consulta señores - Dijo la secretaria sonriente. Cho fulminó con la mirada a Harry y él no se amedrentó frente a ésta. Si era honesto estaba horrorizado con la idea de tener un hijo con ella, no quería otro lazo en su vida que lo aferrara más a Cho, no ese tipo de lazo en realidad. Como vivían estaban bien y eso era lo que él quería. Las hijas de Cho no vivían con ellos todos los días, pasaban un tiempo con la madre de la morena y para Harry era un tanto aliviador, no quería relacionarse con esas niñas. Suspirando la pareja se levantó y fue hasta la consulta del medimago.

― ¡Vaya! tanto tiempo Harry ― Sonrió Seamus ― ¿cómo están Ginny y los niños? - Saludaba afectuosamente el medimagoquien frunció el ceño cuando vio a Cho, ella sin embargo esbozó su más amplia sonrisa y Harry se sintió una vil mierda al recordar a su mujer y a sus hijos en ese momento donde, quizás, una vez más los lastimara profundamente, no era fácil que todo el mundo supiera que estaba separado de su esposa y ahora este idiota la nombraba.

― ¿No lee muy seguido corazón de bruja? - Preguntó ella sonriente. Seamus con un gesto de las manos les indicó que se sentaran frente a su escritorio y ante el comentario de Cho solo sonrió.

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora