⚡Realidades y Sorpresas IV

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― ¿Recordando la vida de casado? o tal vez pensando en cuanto estás dejando en brazos de un hombre diez años menor que tú - Sonrió Ron Harry se giró y vio que su cuñado estaba sentado a su lado volvió su mirada a Ginny y bebió otro trago de whisky.

― No sé a qué te refieres, Ronald.

― Yo creo que si entiendes y por la cara que traes diría que entiendes mucho de solo verla besando a ese crío supiste cuanto la necesitabas ¿por qué siempre tienes la maldita maña de complicar las cosas? ¿era muy tranquila tú vida con ella?

― Ya te lo dije una vez es asunto de Ginevra y mío, ya no te inmiscuyas en la vida de tú hermana - Le soltó desafiante sin apartar sus ojos de su mujer que observaba muy de vez en cuando la charla de su marido con su hermano. Ella sabía que nada amistosa era aquella charla.

― Tienes razón, pero como tienes esa cara de lamentar lo que tontamente dejaste ¿viste como Dan la besó? - Ron soltó una carcajada como si hubiese sido la mejor broma salvo que para Harry su mujer no era un motivo de risa, apretó los dientes y sostuvo con fuerza su vaso un poco más y era añicos - Bien, yo creo que fue Ginny quien tomó la iniciativa, pero si fue extraño tal vez tengas suerte y te saques de encima muy pronto a la madre de tus hijos se nota a leguas que hasta podría ir en serio esa relación...

― Tanto te cuesta entender que ya no quiero a tú hermana y que por mí puede hacer lo que quiera con ese maldito mocoso- Respondió enfurecido.

― Fueron doce años los que tiraste a la mierda y sí idiota, me cuesta trabajo entender que la dejaras aun queriéndola.

― Preocúpate de tú matrimonio, de tus hijos, de tú familia y no de la relación que hay entre mi mujer y yo - Ron soltó una carcajada demencial.

― ¿Relación? ¿qué relación puede haber si ya la desbarataste? ¿me quieres decir porque sigues llamando tú mujer a mí hermana si le pediste el divorcio maldito escuálido? - Harry observó con dulzura a Ginny que en ese momento le comentaba algo a Fleur y sonreía. Ni siquiera le prestó atención a como le llamara Ron porque estaba sumido recordando porque Ginny seguía siendo su mujer.

― Ella sigue siendo mía pese a quien le pese, lleva mi apellido, es la madre de mis hijos y aún es mi esposa, mi mujer, es toda mía - Suspiró. El tiempo parecía retroceder escuchaba feliz la risa de su mujer después de una ocurrencia de él y todo era pleno. Estando ella a su lado todo era pleno desde un beso sin importar lo inocente que este fuese venía la necesidad de sus cuerpos alimentando sus sentidos, llenando su alma, su vida. Escucharla gemir a la hora de hacerle el amor era el elixir predilecto para la vida eterna y siempre daba su cien por ciento a la hora de amarla para embriagarse de esa música para sus oídos. La tristeza no tenía cabida en él puesto que Ginny era su otra mitad, su alma gemela y también su vida y por eso ella no tenía derecho de olvidar lo felices que fueron ni lo grande y perfecta que había sido su historia de amor. Ella no tenía derecho de olvidar a su esposo porque si eso pasaba él iba a matar al responsable de aquello, llámese Daniel Radcliffe o el bastardo que se interpusiera entre su mujer y él.

― Vaya Potter le adornas de lo lindo la cabeza, según tú, a tú mujer durante un año y le pides el divorcio ¿pretendes que mi hermana seguirá siendo tú mujer maldito animal? - Esta vez si fue consciente del trato de su cuñado frunció el ceño y lo miró - Date cuenta que un crío está por quitártela está por acabar lo que tú ya comenzaste a destruir. Piensa en Albus, en James... ¿qué se siente que tú hijo crea que su padre es un maldito maricón? - Ambos se levantaron odiándose con la mirada eso era más de lo que Harry podía aguantar. Solo se contuvo al pensar que iba a estropear la fiesta de Ginny.

― No pienses que te daré a ti las explicaciones la persona a quien se las debía ya las escuchó y fin de todo. Ya deja de inmiscuirte en asuntos privados ni mucho menos opines de la relación que tengo con mis hijos ya no tengo que soportar tus malditos arranques de protección desde ahora mi familia son mis hijos y la mujer que escogí absolutamente nadie más.

― Tenías todo lo que un hombre podía querer unos hijos maravillosos, una mujer que te adoraba... confié en ti para que la cuidaras toda la vida te entregué lo mejor de mí familia y a cambio recibo los pedazos de Ginny desperdigados una vez que te fuiste, ahora no me pidas que entienda el porqué de tu deplorable actitud es mi hermana la persona a la que le cagaste la vida y eso Harry jamás te lo voy a perdonar - Lo fulminó con la mirada y Harry no pudo más que sostenerla pero ya con la batalla perdida y su mirada más acuosa. Él no podía rebatir aquello su cuñado tenía toda la razón. Ron le lanzó la última mirada de odio y asco y salió de su vista, había destrozado la vida de una mujer que dio todo lo que un hombre podía pedir, había destrozado la vida de una mujer que pagó a un alto precio los errores de él, había destrozado la vida de su propia mujer y lo que era peor no sabía hasta qué punto su propia vida se veía afectada al querer separar sus días de los de su mujer porque justamente ahora que la veía en brazos de otro hombre riendo a carcajadas sentía un peso abrumador que le oprimía el pecho y le quitaba las ganas de vivir. Sentía que su vida estaba siendo arrebatada por un muchacho diez años menor que él... "¡Mierda!" pensó frustrado "Ron tiene razón ¿por qué la dejé si sigo queriéndola?... No, ya no la quieres Potter, no confundas tus tontas ganas de querer hacerle el amor desde que la viste con ese traje de odalisca". Con parsimonia se llevó una mano hasta la poblada mata de cabello azabache y la revolvió frustrado queriendo gritar de lo confundido que estaba. "Todo es deseo todo es llanamente sexual... ¡Mierda!... " Porque desde que la vio no se le antojó otra cosa que hundir su boca en ese escote demasiado sensual, sentir esas caderas cerca de su piel y que esas pequeñas manos se perdieran en su cabello mientras sus labios gemían un te amo, sonrió y entendió... ya no era solo un deseo sexual.

La quería, pero escogió decisiones con la cabeza que debió haberlas escogido con el corazón unos meses atrás le seducía más la compañía de Cho con sus palabras de aliento cada vez que veía en la mirada de Harry el reproche de hacer con ella lo que se le ocurriera en una cama donde también primara cualquier cosa menos el amor, la confianza y la ternura. En ese sentido solo había reservado esas tres características para con su mujer, con su esposa. Si era honesto aún prefería estar con Cho, pero esa noche también entendió que seguía queriendo a la madre de sus hijos y su mente era un mar de confusiones, de recuerdos... entendía todo esto cuando la viera en brazos de ese mocoso "Mocoso de mierda, entérate de un vez que Ginny es mía, solo mía, ella me ama, me amará toda la vida y tú no tienes el derecho ni siquiera de mirarla... Merlín cariño, porque ensuciaste tus maravillosos labios besando a ese actorcillo de cuarta" Pensaba lamentando no poder romperle la boca a ese mocoso.

Comenzar de Nuevo (HxG)✔Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt