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Apareció en Hogsmeade bajo una torrencial lluvia mientras daba zancadas divisó el imponente castillo que en su infancia tantas veces lo acogió. Pudo observar que Hagrid lo esperaba en la entrada de los terrenos del colegio terrorífico e inofensivo como siempre, el semigigante lo saludó con un abrazo que con facilidad pudo quebrar los huesos de Harry.

― ¿Ginny ya está aquí? ¿Cómo está mi hijo? ― Preguntó él siguiendo el camino hasta el castillo junto a Hagrid.

― Ya está con James ― Respondió el semigigante ― Resbaló de la escoba, la lluvia prácticamente imposibilitaba la visión y sabes como es James con respecto al Quidditch ― Decía Hagrid preocupado ― Tan obstinado como tú ― Añadió.

― ¿Cómo permitieron que jugaran en estas condiciones? ― Preguntó Harry empapado por la lluvia, mientras pasaban cerca de la cabaña de Hagrid.

― Al principio no llovía, el clima cambió mientras jugaban y James estaba por atrapar la snitch, luego con la lluvia le fue imposible. Imagino que se frustró y a como diera lugar quiso atrapar la snitch ― Indicó el semigigante con aspavientos ― Gracias a merlín la profesora McGonagall pudo amortiguar la caída y aún así las consecuencias fueron... ― Sollozó.

― ¡Mi hijo estará bien! ― Rugió Harry asustado entrando al vestíbulo del castillo, subió corriendo las escaleras e impaciente esperaba cuando éstas decidían cambiar la dirección. Minutos después mojado completamente pudo entrar en la sala de enfermería mostrando un panorama desolador. Madame Pomfrey ordenaba las pociones en la mesita de noche que estaba al costado de la cama de James. Su hijo estaba inconsciente acostado en la cama con una venda en su cabeza machada con sangre, las manos de Harry temblaron impotente por no tener la solución para sanar a su hijo. Ginny permanecía a un lado de James sin apartarle la vista, la ropa de la pelirroja también estaba mojada igual que su cabello. Sostenía una mano de James mientras lloraba en silencio aterrada. Harry carraspeó intentando calmar el dolor que sentía en el pecho, Madame Pomfrey lo miró y se acercó a él con una toalla blanca.

― Potter ― Saludó ― Por favor séquese usted al menos, Ginevra me ignoró lógicamente ― Suspiró ella mirando a la pelirroja ― No queremos a nadie más en condiciones limitadas ― Añadió ella mirado a Harry suspicaz. Sin embargo el hombre cogió la toalla y también las manos de la enfermera.

― Dígame que va a curar a mi hijo, por favor ― Suplicó Harry esperanzado.

― Hago todo lo que puedo, Ginny y yo haremos lo imposible por recuperar a James ― El dolor en el pecho de Harry creció, la angustia lo invadió.

― ¿Qué tan grave es? ― Preguntó con pesar.

― James perdió mucha sangre, el corte en su cabeza es profundo, pero ya está cerrada la herida ― Decía la enfermera, sin embargo Ginny la cortó.

― Transfusión de sangre Popy ― Dijo la pelirroja con voz nasal.

― Es un método muggle que yo no domino, hasta ahora sólo le he administrado esencia de ruda y díctamo.

― No tenemos tiempo, si no conseguimos sangre del grupo sanguíneo de James él va a morir ― Repuso Ginny con determinación, Harry se estremeció y rogó en silencio para que eso no sucediera ― James necesita una transfusión de sangre.

― ¿Estás segura de proceder Ginevra? ― Preguntó Madame Pomfrey con autoridad.

― Es mi hijo el que está a punto de morir, haría cualquier cosa ― Respondió Ginny con determinación. Miró a Harry y lo vio blanco y desorientado, completamente aterrado ― Lo más probable es que tú sangre o la mía le pueda ayudar ― Él la miró a lo ojos y asintió.

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