Capítulo 24

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Cuando me siento en la banca entro apenas un par de segundos antes que la maestra, que también camina como puede al salón, los tacones que tiene son muy altos, me pregunto si es estrictamente necesario vestirse tan incómodo al ser maestro.

—Buenos días alumnos, necesito que la representante y alguno de los chicos me acompañen a ver el proyector —la representante se levanta y Joel lo hace a su lado, la veo sonrojarse y frunzo el ceño, ¿qué demonios? —, vamos. Mantengan el orden hasta mi regreso.

Salen del salón y Kyle se levanta y mueve su banca para que esta se pegue a la mía, como hacen los demás con aquellos con los que siempre se pegan para ver el vídeo.

—Tardaste.

—¿Lo hice? —digo mirando como los de las bancas junto a la ventana bajan las persianas —, incluso corrí, el inspector iba a ir tras de mí si yo no corría hasta aquí.

—Si, sólo... —él frunce el ceño y se acomoda para mirar al frente —, me hubiera gustado que caminaras a mi par.

—Entonces tienes que caminar más lento, pregunta, ¿no tienes piernas más cortas que las mías?

—Si las tuviera más largas, sería más alto —sonríe.

—¿Entonces cómo es que logras ser más rápido que yo incluso al caminar? —murmuro pensando detenidamente —, esta pregunta me tendrá despierta esta noche.

—Qué tonta —sonríe y lo miro, sonriendo un poco también, es cálido que él sonría, oír su voz es algo que me llena de extrema felicidad, y pensar que ayer... Siento mis mejillas calentarse —, tal vez te has acostumbrado a caminar así a mi par.

—Es probable —siento una mirada sobre mí y la levantar mis ojos noto a Alana, que al notar mi mirada regresa la suya al frente —, ¿seguro que todo está arreglado?

—¿Hablas de Alana? —dice siguiendo mi mirada —, lo está.

Quiero preguntar más pero me contengo, aprieto los dientes y luego de mi maleta saco un cuaderno y un lápiz, necesito distraerme con algo para no empezar a soltar preguntas como si tuviera el derecho.

—Bien...

—Whitman... —levanto mi mirada hacia él, el salón empieza a verse más oscuro y sus ojos se ven como el azul del mar —, ¿qué ha pasado con Neth? Eso que él dijo... ¿Me hablarías de eso?

—Te refieres a lo de ser amigos, bueno, de hecho...

—Vamos, vamos, empujen eso —dice la maestra entrando mientras tiene un par de cintas de vídeo en sus brazos, pegados a sus exuberantes pechos —, necesito que saquen su libro, ahora, perdimos mucho tiempo, y como la próxima semana no se impartirán clases debo mantener a los estudiantes al día, así que, mientras me conectan eso saquen el libro rápidamente y...

Miro a Kyle en modo de disculpa y él asiente mientras se da vuelta para buscar en su maleta y hago lo mismo.

La verdad es que quiero evitar el tema de cómo me terminé haciendo amiga de Nethan Cox, no puedo admitirle que nos acercamos por que él intentó llevarse bien con él y terminó descubriendo que me gusta, y ahora intenta animarme de alguna forma porque extrañamente empecé a agradarle, y por otra extraña razón, tampoco lo odio tanto como al comienzo.

Cuando la larga película que habla acerca de los movimientos comerciales de las épocas pasadas y su evolución comienza, miro de reojo a Kyle, sus gafas brillan en la oscuridad, y observo sus largas pestañas.

—Oye, Morrison —muevo mis pies sobre el agua, él mira el horizonte, se está poniendo el sol junto al lago, y los del campamento se han ido yendo uno a uno —, te callaste de pronto.

Mi pequeño chico torpeWhere stories live. Discover now