Capítulo 19

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—¿Te gusta Nethan?

Siento el corazón en la garganta, Kyle, con esa mirada... ¡Es tan jodidamente sexy!

Me pierdo unos instantes y él me mira, fijamente, ¿si lo encierro a besarlo en el baño sería extraño para él? Él mantiene mi mirada y luego la desvía, alejándose, siento un extraño frío recorrer mi cuerpo cuando se aleja y baja la misma, sus labios apretados, no puedo decir nada, no entiendo qué pasa.

—¿Qué está...?

—No me gusta.

—¿Qué? —frunzo el ceño, sin entender nuevamente, ¿este es el Kyle que conozco desde siempre? —, no entiendo, ¿de qué hablas?

—No me gusta que tú y Nethan estén juntos siempre, y además —me mira acusadoramente —, tú le permites agarrarte de ese modo.

—¿Disculpa? —no me gusta la forma en la que él dice eso, ¿qué es lo que él trata de decirme? —, la manera en que dices eso...

—Es por eso que él no te deja en paz, ¿cómo esperas que lo haga cuando tú...?

—Te estás confundiendo —este trato que me da... No me gusta —, Nethan y yo no somos siquiera amigos, nos castigaron a la vez, y se estaba vengando por una pelea que tuvimos, ¿bien? Yo no le dejo hacerme de cosas, como insinúas, Morrison.

Él vuelve a apretar los dientes, estoy segura que no esperaba esa respuesta, pero no iba a dejarlo seguir, si él hacía eso, yo iba a llorar.

—¿Ves de lo que hablo?

—¿Qué? —vamos, Anne, respira, tranquila. Él no habla en serio.

—Le hablas con tanta familiaridad... ¿Tú también vas a elegirlo a él en lugar de...? —se detiene y parpadea, mi pecho se encoge, él niega y me da la espalda —, ven a clase, diré que estabas castigada, no tienes que seguirme, tómate tu tiempo.

Y luego se va, y no quiero seguirlo por primera vez en mi vida.

Decido no regresar a mi castigo, aunque estoy consciente de que eso es un problema, no debería ser injusta con Nethan Cox, incluso si lo merece.

El entrenamiento es aún más incómodo luego de mi doble problema con Cox y con Kyle, ¿por qué todo es tan problemático?

—Carmichael —el entrenador me llama, y me acerco, los demás calientan, y Kyle y Nethan Cox están alejados el uno del otro, y también de mí, lo que me alivia —, necesito que mejores, a cosa de ya, ¿comprendes? —asiento, preguntándome qué podría mejorar si ya soy toda una profesional en esto —, tus habilidades individuales son buenas, pule un poco tus movimientos centrales, cuando alguien te ataca te falta fuerza para mantenerte en pie.

Asiento consciente de ello. Si todos jugaran limpiamente no sería mi fuerza física un problema, aunque admito que debería centrarme en eso también.

—Entiendo.

—Sigue entrenando —hace un ademán para que avance y lo hago, el pequeño Cameron se acerca a mí y hace dribleo conmigo, a mi par, parece entusiasta y frunzo el ceño —, ¿por qué te me pegas?

—Porque lo admiro, jefe —me dice, dulcemente, y ruedo los ojos, él luego mira hacia un lado y regresa la mirada hacia mí —, ¿pasó algo entre usted y el capitán? Usualmente él no lo deja solo.

—¿De qué hablas? —me detengo momentáneamente, lo hace a mi lado un tanto agitado —, no deberías hablar mientras hacemos esto, te quita aliento.

—El capitán ha estado pendiente de usted desde que llegó —dice, asintiendo —, incluso él fue quien le dijo al entrenador que le diera una oportunidad para ser segundo delantero.

Mi pequeño chico torpeWhere stories live. Discover now