Capítulo 22

1.5K 143 47
                                    

—Anne... Déjame ser tu amigo —su mano presiona con firmeza mi muñeca y me vuelvo a mirarlo, su rostro está ligeramente enrojecido, y sus orejas también parecen estarlo, ¿qué se supone que significa eso? —, yo...

—¿Es broma? —pregunto seria —, porque si lo es, estaré a nada de desquitar mi frustración en tu estúpida...

—De hecho, no lo es —dice, también serio, pero el color en sus mejillas no baja —, ¿parezco alguien capaz de bromear?

—No —admito —, pero por algo se empieza.

—¡Tú siempre...! —se calla y baja la mirada mientras su mandíbula se tensa —...siempre dudas de lo que digo, no lo entiendo.

—¿En serio quieres ser mi amigo? —levanto una ceja.

—Ya te lo dije, no lo voy a repetir —dice en tono molesto.

—De esa forma no eres muy convincente, ¿lo sabías? —él desvía la mirada, aún tenso y no dice nada, miro su mano aún en mi muñeca, sus bronceados brazos tienen un par de venas que sobresalen y eso me llama momentáneamente la atención, suspiro —, bien, seremos amigos, ahora suelta mi brazo.

Entonces él levanta la mirada —, ¿es un sí?

—Si no me sueltas voy a retractarme, uno, dos... —me suelta el brazo como si de pronto este quemara —, ahora somos amigos.

Él sonríe ampliamente y me quedo observando eso, parece feliz, ¿en serio así se siente que acepten tu amistad? No recuerdo mucho de cómo me sentía cuando Kyle y yo nos hicimos amigos, pero seguro no me veía así de feliz cuando empezamos nuestra amistad, Nethan Cox es demasiado extraño.

—Genial, genial... —susurra y luego retrocede un poco, su sonrisa no desaparece —, ¿irás a cambiarte ya?

—De hecho, sí —digo frunciendo el ceño, parece que uno de sus hoyuelos no dejará de marcarse en su mejilla izquierda —, luego de eso planeo ir a casa. Como siempre.

—Entonces no tienes planes —él muerde su labio superior, sus ojos me buscan con duda —, ¿puedes darme algo de tu tiempo?

—Dije que iba a casa —me cruzo de brazos, empiezo a dudar, ¿debería haber aceptado ser amigos tan fácilmente? —, así que no puedo darte nada de mi tiempo.

—De hecho, quiero... —él duda más mientras mueve de un lado a otro su cabeza —, los amigos comparten tiempo.

—No me presiones —le digo cortante.

—Oh, vamos, para consolidarlo —dice, soy quien duda en esta ocasión, aunque me vendría bien un poco de distracción —, ¿vendrás conmigo?

—De acuerdo —accedo —, pero me matarán si llego tarde así que será mejor que no tome mucho tiempo.

—Cuenta con eso —su sonrisa vuelve a aparecer —, te esperaré en la entrada, no se te ocurra dejarme plantado de nuevo.

—No me tientes —digo cuando se da la vuelta.

Él se vuelve para mirarme mientras camina de espaldas —, esta vez iré en tu búsqueda y te arrastraré.

—Lo dudo.

—No me tientes —repite y se da la vuelta para alejarse corriendo.

Cuando me quedo sola resoplo mientras llevo mi mano a mi frente, lamentando un poco hacer dicho que si, tampoco entiendo porqué accedí, con ese sentimiento me doy vuelta para ir en dirección al salón.

Está vacío cuando llego, afortunadamente no encuentro a nadie, porque a medio camino noto que no traigo mi mascarilla conmigo, tendré que volver a buscarla o conseguirme otra, la primera opción me resulta menos problemática. Voy al baño a paso calmado y cuando entro me cambio como si tuviera todo el tiempo del mundo, como si quisiera relajar un poco mi mente, no pienso en nada mientras lo hago, intento evitar pensar en Kyle hablando con Alana.

Mi pequeño chico torpeWhere stories live. Discover now