—Bien, pues llámalo, estoy segura que todo saldrá bien —espetó, no fue una casualidad que utilizara su tono más optimista.

—Espero que sí.

—¿Que estás diciendo? —Mars se río un poco ante la ocurrencia de Mikoto, le estaba costando mucho convencerlo de que no estaba molesto, pero el chico no parecía sacarse la idea de la cabeza.

—No te rías, es en serio, quiero compensarte —espetó al otro lado de la línea y Mars negó con la cabeza, pero sabía que el chico era bastante maniático y no había manera de convencerlo.

—Bueno, puedes acompañarme el sábado, voy a pasar con un amigo para hacerme una perforación y quiero un poco de compañía —comentó, pensando que el tema no era para enrollarse tanto, pues, aunque había sido un momento bastante incómodo, no pensaba que Mikoto hubiese hecho algo como para molestarse.

—¿Una perforación? —Mikoto se quedó en blanco.

—¿Qué? ¿Quieres hacerte una también? —preguntó, recargándose en su sillón. Mikoto apretó los labios y se sonrojó.

—Me gustan los aretes —dijo bajando la cabeza y soltando un resoplido—. Pero no creo que se me verían bien —agregó encogiéndose de hombros.

—¿Por qué no? —inquirió, haciéndose una idea de lo que venía.

"Harry me dijo..." Pensó Mikoto, pero logró quedarse callado antes de comenzar a hablar, porque se dio cuenta de lo rara que sería aquella frase, así que en su lugar pensó un poco más a fondo.

—Mi cara no es muy varonil, no quiero parecer una chica —espetó, haciendo una mueca y recordando las veces que Harry le pidió que no se dejara el pelo largo porque se veía demasiado femenino.

—¿Qué tiene de malo? A mí me encantan las chicas —comentó divertido. Por supuesto la idea de que Mikoto se hiciera una perforación no le molestaba, esas cosas le ponían muy caliente, pero Mars no quería obligarlo, así que en su lugar lo molestó un poco.

"Aunque se vería sexy"

En cuanto el pensamiento apareció en su cabeza frunció el ceño y se regañó, recordándose sus límites.

—Eso ya lo sé —Mikoto se río un poco al contestarle, de alguna manera la bisexualidad de Mars le causaba mucha simpatía. Mars era la persona más libre que conocía, por lo que el hecho de que le gustaran ambos sexos era un dato que le hacía pensar "Oh, que apropiado".

—Bueno, si te decides puedes avisarme, iré contigo —le aseguró y Mikoto le dio las gracias, muy seguro de que no aceptaría el ofrecimiento. Por supuesto que tenía ganas de hacerlo, pero se moriría de vergüenza cuando la gente lo miraba demasiado. Ser el centro de atención no era su estilo.

Mars se despidió un rato después y regresó a lo suyo. Unos rumores extraños habían llegado a través de las chicas cuando estas regresaron del almuerzo, aunque no estaba seguro de cuanto podía fiarse del chismorreo, de todas formas, escuchó de manera disimulada lo que murmuraban.

Ahora era él quien se estaba metiendo en los asuntos de los demás. Aquello le causó mucha gracia.

—¿Dices que le gritó? —preguntó una de ellas, Emilia, la de la dentadura perfecta.

—Si —aseguró Ofelia inclinándose hacia su amiga, parecía muy sorprendida—. Me lo dijeron las chicas, que el jefe Harry le pidió unos papeles y Christian no los tenía listos —continuó diciendo, como si ella misma no pudiera creer sus propias palabras—. Entonces el jefe le dijo algunas cosas, dice que no fue mucho, pero que Christian se molestó y le gritó.

—Vaya ¡Pero qué grosero! —Emilia hizo un ademán para reforzar su punto—. Seguramente se pelearon en casa y ahora se está desquitando con el jefe —ella suspiró, negando con la cabeza—. ¿Qué dijo el jefe?

—Nada, le dio la vuelta y siguió con lo suyo, pero durante el almuerzo se quedaron hablando en la sala de juntas y Christian se fue temprano —explicó, quedándose pensativa un momento.

—Vaya ¿Crees que lo haya despedido? —se aventuró a decir, a pesar de todo, sonó un poco preocupada.

—No creo —Ofelia se encogió de hombros—. Me dijeron las chicas que sus cosas siguen en el cubículo, probablemente le dieron una sanción y le descontaron el día —especuló, aunque no estaba convencida de que fuera el caso.

—Pero si le ponen una sanción ¿No tendría que haberse quedado a cubrir su turno de todas formas? Quién diría que Christian era un busca problemas, se veía simpático cuando llegó —dijo ella, quedándose pensativa.

—Pues sí, yo pensé lo mismo, pero parece que está empeñado en causar líos estos días, en su departamento ya no lo soportan —comentó, encogiéndose de hombros—. Al menos eso fue lo que me dijeron las chicas, yo no puedo asegurar nada.

Ellas continuaron hablando un poco hasta que las pilas de trabajo exigieron toda su atención. No había mucho que hacer, pero lo que estaba pendiente tenía que acabarse antes de que se terminara el día.

Mars estuvo redactando algunos documentos, pero su cabeza seguía un poco estacionada en lo que estaba pasando con Chris. Antes habría pensado que Harry era incapaz de lastimar al chico, pero el hombre le había demostrado que no había nada que no estuviese dispuesto a hacer para mantener su status quo.

Suspiró, estaba casi seguro de que sería arrastrado en todo ese problema.

Este libro nos está dejando a todos una lección muy importante, nunca salgan con alguien de su trabajo, sobre todo, nunca salgan con su jefe

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Este libro nos está dejando a todos una lección muy importante, nunca salgan con alguien de su trabajo, sobre todo, nunca salgan con su jefe. xD

El instante más hermoso de la vidaWhere stories live. Discover now