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 Mikoto no mentía cuando le dijo que era muy insistente con los mensajes

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 Mikoto no mentía cuando le dijo que era muy insistente con los mensajes. Esa mañana había recibido uno dándole los buenos días y siguió de esa manera hasta que fue la hora del almuerzo. Ya había pasado una semana desde el primer "hola" así que, comenzaba a acostumbrarse. La verdad era que no se esperaba que el chico realmente le escribiera, aunque la idea no le molestaba. Mikoto era muy simpático, desde la primera vez que se hablaron le dio la sensación de que se trataba de alguien fácil de tratar, una persona agradable y tranquila, un parlanchín que se reprimía a si mismo. También parecía un poco torpe, pero no estaba seguro de si era sólo una impresión suya.

Se imaginaba a la perfección porque alguien como Mikoto podría permanecer al lado de Harry por tanto tiempo. Con una personalidad tan suave era difícil que se resistiera a un novio dominante, Mars sintió un poco de lastima, Mikoto le caía bien.

"Son las dos de la tarde ¿Almorzarás fuera o te quedarás en la cafetería de la empresa?"

Mars levantó una ceja mirando su reloj y de repente las personas a su alrededor comenzaron a levantarse. Una de las chicas encargadas de archivo se acercó a él, mirándolo con una sonrisa coqueta. Él no recordaba su nombre porque era nueva, pero era bonita y era una de las que le caía bien.

—¿Sales a desayunar? Las chicas y yo planeamos ir al restaurante de enfrente, tienen un platillo especial estupendo —aseguró. Tenía dientes tan blancos y derechos que no parecían naturales. Su mente contrastó esa sonrisa con la de Mikoto, que tenía un colmillo ligeramente más largo que los demás—. ¿Quieres unirte a nosotras? —ella sonaba muy agradable, pero Mars sólo tuvo que asomarse por encima de su hombro para notar que ni loco aceptaría la invitación.

Había un par de personas en aquel grupo con las que no quería cruzarse.

—Vayan ustedes —respondió enderezándose en su silla—. Voy a terminar esto primero y luego pediré algo sencillo en la cafetería —explicó, declinando con toda la cortesía posible. Mars era una persona amigable y muy cordial, lo cual, a la larga, terminaba traduciéndose en algo como "distante y frío". Él pensaba que tenía una buena personalidad, aunque a veces dudaba un poco de ello debido a la reducida cantidad de personas que se quedaban en su vida.

—Oh —ella parecía decepcionada y no se molestó en ocultarlo—. Que lastima, la próxima vez será —aseguró, para después despedirse y marcharse con su grupo de amigas. Dos de ellas se giraron a mirarlo antes de salir de la oficina. Mars soltó un silbido, él también podía ser asociado a las palabras "promiscuo y libertino", una fama que tenía bien ganada, aquellas dos podían dar fe de ello, habían tenido algo después de todo y él no estaba dispuesto a sentarse a comer en medio de las dos, tenía respeto por las mujeres, sobre todo por las que podrían apuñalarlo con el tenedor cuando se diera la vuelta.

"Solo estoy evitando el derramamiento innecesario de sangre" se dijo a sí mismo y después miró el celular una vez más, encontrándose con algunos mensajes sin leer.

El instante más hermoso de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora