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Jungkook escasas veces había usado un traje, no era necesario ya que no eran invitados a muchas fiestas y aunque fueron pocas las veces que uso uno de ellos, odio cada una de ellas. Los trajes le parecían incómodos, se sentía enclaustrado, sudaba mucho, tenía que cuidarlos bastante para que su madre no lo regañara. Era mortificante.

Pero, esa vez no estaba tan molesto, con el traje luciendo en su cuerpo, hecho a su medida por la costurera del pueblo, quien fue la madrina de los trajes, ya que era tía de Uka. Ella se ofreció inmediatamente mientras todos hablaban de los preparativos de la boda.

Jungkook sabía, que no podían hacer algo realmente costoso, los dos habían trabajado muy duro para juntar el dinero suficiente que requería una boda. Sabia de sobra lo caro que era un traje a la medida, un pastel, rentar mesas, la comida, además de muchas otras cosas, por lo que la abuela hizo una junta con el pueblo anunciando el casamiento de Uka y Patto, logrando que varios se ofrecieran rápidamente.

La boda, sería en el pueblo, en la bien recibida iglesia casi al centro del mismo, para después extender el banquete al bosque, no rumbo a su casa, pues sería demasiado lejos. En su lugar, habían adecuado un valle cerca del río, donde la agua corriendo acompañaría la música de la orquesta.

La abuela fue de la idea, ya que era una zona que no estaba tan desnivelada y pese a esto, Jungkook igualmente fue por la noche, usando sus poderes para crear un perfecto espacio donde las mesas se pondrían, la pista de baile se adecuaria y las decoraciones permanecerían sobre los árboles.

El menor estaba feliz, porque la sonrisa en ambos rostros era algo de admirar, una bella sonrisa llena de felicidad, donde sus ojos brillaban llenos de amor y esperanza.

Y aunque estos sentimientos permanecían, no significaba que la pareja no estuviera nerviosa. Al menos Patto, que no dejaba de moverse de un lado a otro peinando sus cabellos y tratando de acomodar su traje a su cuerpo.

─Si sigues así vas a sudar el traje y oleras a cerdo ─pronunció el chico de veintiún años recién cumplidos, mirando por la ventana de una de las casas más cercanas a la iglesia. Esta asignada para preparar al novio y la de enfrente era para la novia.

El mayor rodó los ojos ante lo dicho por su hermano menor, riendo con nerviosismo.

─Gracias, eso me hace sentir mucho mejor.

─Realmente no sé porque estás de esta manera. Ella ya te dijo que sí y pasaron meses trabajando, espera corrijo, pasamos meses trabajando porque esta boda se hiciera. Todo el pueblo se ofreció y trabajó, a excepción del señor Hyuk para que saliera de maravilla. ¿Cuál es tu problema?

─¿Y si se arrepiente?, ¿y si sale corriendo o nunca llega?, ¿y si me vomito?

Jungkook dejó de ver a las personas yendo de un lado a otro para mirar a su hermano no de sangre, tenía las cejas juntas y los brazos cruzados ahora, pensando en lo que aquel decía con voz inestable.

─Bueno, yo no creo que diga que no o no llegue sabiendo el esfuerzo de todos. La presión la hará ceder.

─¡Jeon!

─Además de que no has comido nada, por lo que vomitarias bilis. Pero no creo que vomites.

─¡Oye tú, mocoso!

Jungkook se echó a reír, llegando a él y sosteniendo sus hombros, logrando que la atención de su mirada estuviera sobre él. El menor sacó su pañuelo para limpiar el sudor de su hermano, el cual caía por su frente con insistencia.

─Ella está tan enamorada de ti como tú lo estás de ella. Sé que incluso está igual de ansiosa que tú por que ocurra. No tienes nada de que preocuparte, hermano. Relájate y piensa en lo que harás después de la fiesta.

Power | JikookKde žijí příběhy. Začni objevovat