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Los días habían pasado volando, desde que Jungkook sabía  el secreto de Jimin era mejor. El peligro -siendo en verdad de cabellos blancos- podía ser completamente sincero con él, le decía cuando algo le molestaba, cuando algo le dolía, sobre sus entrenamientos, los estudios que la hacían. Pero, lo mejor de todo, era cuando Jimin le mostraba sus poderes y se llenaban de amor.

Jungkook estaba realmente enamorado de Jimin y Jimin de Jungkook.

Todo seguía siendo igual, tomándose de las manos, caminando por ahí, hablando de cosas banales, disfrutando de su vida de 13 y 14 años de edad, eran pequeños y se querían comer al mundo. Aunque, ciertamente hubieron ciertos cambios en la relación,  ya que se habían agregado los besos, pequeños roses de labios con suspiros en medio de ellos, largos besos de labios entre labios y saliva compartida, susurros de amor siempre presentes. Las palabras bonitas más notorias que el mayor dejaba salir constantemente; esos "que lindo estás", "cada día más hermoso", "eres mi bebé", "galletita preciosa" y muchos más que hacían que su rostro se volviera carmesí.

Los padres de Jungkook y la abuela de Jimin habían notado ese acercamiento, sabiendo que sucedería en algún momento, aceptándolo, no diciendo nada al respecto para que los chicos no se sintieran incómodos, que ellos pensaran que era secreto su creciente amor.

En esos momentos, como varias veces durante esos días, diario de hecho, Jimin y Jungkook estaban encerrados en ma habitación del menor, mientras que los adultos se encontraban en la planta baja como era costumbre.

Jungkook estaba sobre su cama, con un cuaderno en sus manos, Jimin estaba sentado en el suelo.

Hace bastante tiempo que Jimin entrenaba, pero era reciente el que entrenara con Jungkook, el menor le había  rogado considerablemente el que tuvieran ese tipo de sesiones y Jimin siempre respondió a sus plegarias con un "es peligroso". Eso, hasta que un día Jungkook lo pidió hasta llorar, las lágrimas recorrieron sus mejillas y pusieron muy mal al mayor que terminó dando una respuesta afirmativa, con ello, Jungkook dejó de llorar y sonrió en gloria.

Ahí, Jimin descubrió que Jungkook era un gran actor.

El pelinegro tenía los ojos cerrados, las palmas de sus manos sobre sus rodillas, sus piernas cruzadas entre sí, el menor le observaba.

─Primer poder, cambio de imagen. Que aburrido nombre, le pondré copycat al poder. Prueba uno del día. ¿Estás listo, Jiminnie?

─Estoy listo, galletota.

El cuerpo de Jimin comenzó a perder el color, yendo a su estado natural, el estado fantasma como él le llamaba. Después,  volvió a tener color, como era su rostro, cabello y piel.

─Empecemos con algo fácil ─dijo el menor, anotando una palomita a la primera fase cumplida "estado fantasma" ─, cabello rojo.

Jimin realizó aquel acto, su cabello cambió de negro a un rojo intenso y Jungkook palomeó el hecho. Continuó pidiendo que volviera su piel tres tonos más oscuro y el pelirrojo lo cumplió, otra paloma, lo siguiente que pidió fue que su cabello fuera rubio y su piel tuviera pecas, Jimin hizo todo aquello. Hasta que, Jungkook ya había probado con distintos colores de cabello y piel, agregando lunares, garras, picos y otras cosas al cuerpo de Jimin, que aunque al pelinegro le diera vergüenza que presenciará las malformaciones, pero Jungkook estaba encantada.

─Algo más difícil, ojos azules.

Jimin abrió sus ojos después de unos largos segundos, mostrando la claridad de sus antes miel ahora en azul.

─Verdes, gris, turquesa, negros, ahora rojos, rosas, verde con azul, uno azul y el otro café.

Jimin había cerrado sus ojos en cada punto, hasta el último, en el que los mantuvo abiertos y obtuvo control, mostrando arrogancia por haber superado  cada meta que el menor le había puesto.

Power | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora