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Estaban sentados en la mesa, juntos y las dos sillas vacías hacían el ambiente más pesado, Jungkook no dejaba de ver esa silla mientras sostenía con su mano izquierda su taza de café humeante. Las miradas de sus padres estaban sobre él y entre sí cada tanto, tratando de ignorar la ausencia de personas importantes en su vida.

Ya habían llorado mucho, no tenían más lágrimas que dar aunque las sintieran casi salir. Debían ser fuertes. Al menos los padres, pues Jungkook acababa de despertar y tenía derecho a desmoronarse.

─En la escuela dijimos que te dio viruela, lo que es común y podrás presentarte cuando te sientas listo ─habló la madre, acariciando su taza con el dedo índice.

─Cuando tú quieras, campeón ─continuo su padre.

─Mañana.

Sus padres se miraron, le miraron de nuevo, él dejó de ver la silla de su novio y enfocó la vista en sus padres un par de segundos.

─Ya no me duele tanto el cuerpo y las quemadas no existen, solo es cosquilleo. Tengo que investigar mis poderes y entrenarlos, así podre ocultarlos como Jimin lo ha hecho estos años. Si él pudo, yo también podré.

─Nosotros vamos a ayudarte. De hecho, estoy sorprendido con el pensamiento que tienes ahora, pensé que ibas a quererlo de otra manera.

Jungkook miró a su papá, los ojos oscuros del hombre con los ojos azules del joven, le sonrió tranquilo, dándole la calma que necesitaba.

─Tengo que enfrentar al mundo, papá. No voy a esconderme en casa. He terminado, iré a dormir porque estoy muy cansado. Supongo que es porque se reordenó mi ADN, tuve un cambió genético y mis células son distintas. Buenas noches, nos vemos mañana.

Jungkook besó las mejillas de sus padres y se movió rumbo a las escaleras, subiendo con cuidado pero rapidez, recorriendo el pasillo tranquilamente hasta que llegó a su habitación, abriendo la puerta y encerrándose entro. Puso el pestillo, y se dejó caer lentamente por la puerta hasta llegar al suelo. Cubrió su rostro con sus brazos sobre sus rodillas y dejó salir sus lágrimas con quejidos silenciosos.

No pudo evitarlo, apesar de que quería gritar no iba a hacerlo. Su cuerpo se sentía extraño, se veía diferente, era un mutantante, au familia se había separado, Jimin había desaparecido.

Aún recordaba vivamente el rostro que Jimin hizo antes de correr atraves de la ventana, Jimin tenía miedo de herir y estaba dañado, estaba lleno de rencor y odio, su rostro tenía tanta oscuridad que se consumió en ella por un momento, dañando a personas que quería, a él exactamente. El hecho de que le culparan sobre el asesinato de su abuela solo logró ponerlo peor, porque él no había matado a nadie, siempre defendió el pueblo de otros.

Se sentía preocupado, dolido, pero esperanzado, él tenía la esperanza de que tal vez Jimin volvería. Volvería y serían uno como siempre, le ayudaría con sus poderes y tratarían de superar la muerte de la abuela.

Lo deseaba.

Ninguno de los dos debía de estar solo en esa cuestión, más Jimin, quien ya había perdido a sus padres de niño. Ellos eran la única familia que tenía ahora y no debía estar lejos.

Por favor, que regrese.

[...]

La sudadera le llegaba casi a los muslos, la capucha ocupó su cabeza y su cabello rubio estaba despeinado bajo esta, sobre su frente, oculto la mitad de sus manos con las mangas y tomó su mochila para colgarla en su hombro.  Caminó después de mirarse al espejo, se sentía jodido, podría ponerse un gorro para ocultar su cabello pero con sus ojos no tenía opción. ¿Comprar pupilentes para ocultar sus ojos azules?, mejor que pensaran que tenía pupilentes azules en vez de molestarse con ponerse cafés diariamente.

Power | JikookTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang