Capítulo 11

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Narra Ariadna

Alan y yo entramos por la puerta de casa.

¡Ya hemos vuelto!--gritó mi hermano y los dos pasamos al salón.

Tobías y John retiraron la mirada de la baraja de carta y la dirigieron hacia nosotros.

¿Qué tal el día?--preguntó John mientras sentía como Tobías me miraba fijamente.

Aburrido.--contestamos los dos y Luz entró con un par de vasos.

Hola, chicos.--nos saludó.

¿No trabajas hoy?--pregunté.

No. Mi jefe me ha dado la tarde libre.--sonrió.-- ¿Qué tal el día?

Alan le contestó mientras yo miraba mi celular al escuchar el sonido de que me había entrado una llamada.

Leo.

Cancelé la llamada y lo puse en silencio. Llevaba todo el día llamándome y yo no quería hablar con él.

Hola.--habló la voz de Tobías.

Hola.--contesté normal.--Veo que ya llevas camisa.

Y yo veo que ya no estás roja. --sonrió irónico.

Rodé los ojos y miré hacia otro lado.

¿Fuiste al médico?--le preguntó Alan a Tobías.

Sí. Me ha dicho que está todo bien y me ha mandado lo mismo que vos me dijiste. ¿Eres el médico de la familia o qué?--le preguntó.

Bueno, quiere serlo.--sonrió Luz acariciándole la cabeza.

Sí, me gustaría ser médico de mayor. Quiero arreglar el mundo de alguna forma, ayudar a la gente y darles la esperanza de que se van a curar. Crear vacunas nuevas, tratamientos, curas contra canceres...--dejé de escuchar.

Desde que mi padre había fallecido hace dos años, mi hermano quería ser médico. Según él, no hicieron todo lo que estaba en su mano para salvar la vida de nuestro padre y quería evitar que otra familia perdiera a un ser querido porque los médicos no sabían cómo curarle.

Eso es muy bonito, Alan. Sin duda, tus padres deben de estar muy orgullosos de vos.--le sonrió Tobías y Alan agachó la cabeza avergonzado.

Gracias, eres de las pocas personas que creen eso.-- contestó y fruncí el ceño sin entender.

Yo le dije eso mismo hace un mes y ni bola me dio.

Bueno, ya sé que si me pasa algo puedo acudir a vos.--le dio un empujón y él rodó la cabeza.

Aún me queda mucho por aprender.--contestó.

O no tanto.--dije yo.--Te lees todos los libros de medicina que existen, llegarás a la Universidad y sabrás más que el profesor.

No es mi culpa tener una cabeza intelectual más avanzada que la del resto. Si sois tontos es vuestra culpa, piensen más con la cabeza y menos con su sentido sexual.--habló y Tobías me miró con picardía.

¡ANTES NO HICE ESO!

Bueno sí.

¿Me acabas de llamar estúpida, cerebrito?--dije lanzándome sobre mi hermano para cambiar de tema.--Te recuerdo que sigo siendo la mayor y según internet el primer hijo es más listo.

Pues esta vez...no funcionó...muy bien...porque es justo al revés.--decía entre risa y risa. Le estaba haciendo cosquillas.--Vos...sos...quien sale con gente...estúpida...como Leo. Y digo..estúpida...por mo decir...gilipo...vale, nada, nada...

Ariadna, ¿Qué Hiciste?Where stories live. Discover now