Capítulo 33

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BIANCA

Lo sentía todo. Podía oler cada centímetro de mi cuerpo, el de Leandro también. Era impresionante todo aquello, pero tan rápido como me vine arriba con mis nuevos sentidos me derrumbe con la nueva realidad. La sed era muy poderosa y me arrepentía de no haber preguntado por esto antes de acceder a transformarme. Ahora temía no saber controlarla y entrar en pánico.  

- No te preocupes, es normal que tengas tantas ganas. - me animó. - Bebe de mí. - las gotas de sangre salían de su muñeca, ya había abierto una herida por mí. Inconscientemente la cogí y bebí hasta saciarme. El sabor metálico me resultó de lo más desagradable al principio pero terminé por acostumbrándome antes de dejar su mano para que su herida sanase. 

- ¿No debería ser sangre humana? - se encogió de hombros ante mi pregunta. 

- Creo que viendo que estamos en otra dimensión todo puede valer. - me sentí mal cuando recuperé la consciencia y como se tapaba la herida que su inmortal cuerpo estaba curando. 

- No te sientas mal, sino quieres beber directamente de las personas siempre puedes pedir sangre de donantes en un hospital. - me calmó.- Creo que tienes muchos prejuicios sobre los vampiros, imagino que no todos son erróneos pero los hombres lobo también han hecho mucho daño, no lo digo solo por mi caso. Pero no son unos santos y creo que deberías juzgar a ambos equipos por igual.  

- ¿Qué te hicieron? - me atreví a preguntar, me arrepentí al segundo no era el momento. 

- Me torturaron hasta la muerte después de haber acabado con Irina. 

Sabía aquello pero esperaba más detalles después de haber visto aquellas visiones desde que era pequeña, imaginaba que no quería hablar sobre eso en aquel momento. Pero yo misma había sentido todo aquel dolor como si fuera en mi misma y sabía que en parte estaba roto por eso, porque a pesar de todo ese daño solo él había conseguido salvarse pero Irina no. 

Toque mis colmillos  por cuarta vez con la lengua, aún se sentían afilados, mi piel también era mucho más pálida. 

- ¿He cambiado mucho? - pregunté ingenua. 

- Solo de especie. - rió. 

No pude evitar sonreír, era increíble lo bueno que era Leandro conmigo aunque también me gustaría verme en un espejo. Si pudiera volver a atrás y cambiar las versiones que contaba nuestro tutor en clase de historia, le daría una paliza sin duda ahora mismo con todos aquellos datos que había descubierto. 

Sin esperarlo y de un momento a otro el espacio en el que nos encontrábamos comenzó a temblar. Sabíamos que este momento tarde o temprano llegaría. Pequeños cuadrados de luz empezaron a llenar la habitación y podíamos oír claramente lo que ocurría en el otro lado. Se trataba de Betty formulando el hechizo. 

- Es la hora. - dijo Leandro. - Oye no tenemos mucho tiempo pero quiero que sepas que me ha encantado conocerte. Espero volver a verte desde otro cuerpo. 

- Lo mismo digo, espero que nadie más de tu familia vuelva a invadirme, te veo pronto. 

- Mucha suerte, vampira. - me besó antes de desaparecer. 

No pude evitar soltar un grito. Ahora sí que estaba sola, seguía escuchando a Betty hablando en latín como no. Es el último recuerdo que me queda antes de abrir los ojos. 




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