Lobo salvaje

Capítulo 22

BIANCA

No sé donde estaba, la humedad se podía oler en el aire y todo era oscuro, sombrío y siniestro.

No recordaba nada, solo una gran cantidad de oscuridad invadiéndome por completo y aquel horrible olor que inundo mis fosas nasales. Ese aroma seguía estando presente, mis sentidos estaban algo aturdidos y sentía un gran dolor en la cabeza.

Intente abrir los ojos pero no conseguía ver nada, me sentía encerrada y una comprensión en el pecho impedía que pudiera siquiera levantarme. Pero ¿podía hacerlo en las condiciones en las que me encontraba? Encerrada en mi propio cuerpo, que trágico final. 

No recordaba bien como había llegado a este estado, hasta que escuche la voz. 

- ¡Bianca! - era la voz de Dante. También grite su nombre, seguía vivo. Inconscientemente me puse a llorar. Sentía como la conexión se perdía por completo, Irina ya estaba lo más que fuerte. Consiguió recuperar su poder y aplastarme. 

A pesar de que ya  no me dejaba ver, podía conectarme con Irina por ello supe lo que estaba pasando. 

<< Nikolayv sonreía y un Dante poseído me sostenía entre sus brazos. Un brujo a nuestro lado formulaba unas palabras en un idioma que no lograba comprender, pero no había que estar muy ciego para ver que lo que brillaba de manera siniestra y de color negruzco a su alrededor era magia negra. 

- Por fin sacaremos a esos dos personales que han vivido dentro de vuestros cuerpos y nos uniremos al ejército. Que ganas de acabar con todo esto. 

- Recuerda bien saborearlo, has esperado mucho tiempo. - dijo su hermano admirado. 

- Estas en lo cierto Leandro, esperar un poco más hubiese acabado con mi paciencia. Pero al fin tengo lo que tanto tiempo he anhelado. 

El brujo los mando a callar y Dante me besó. Perdón Leandro. Lo sentía más fuerte que antes pese a estar solo viviendolo en mi mente. Esperaba que los hombres lobo estuvieran preparados para lo que se avecinaba. >> 

ARIEL

Una nube de humo oscurecía el bosque poco a poco. Se veía claramente que procedía del castillo del rey vampiro. 

- Esta haciendo un hechizo. - exclamó uno. 

- Puede que sea ya tarde para el alfa. - confesó el doctor Harris. - tenemos que darnos prisa. 

No. Mi hermano era fuerte yo sabía que podía aguantar cualquier cosa y su compañera también. 

- Si es lo que estoy pensando, dentro de poco abandonarán sus cuerpos y ya no se podrá hacer nada. Sobre todo si ya han perdido el contacto con su propia mente tal y como me explicaste. - dijo refiriéndose a mí. Betty había llegado a aquella teoría después del golpe por el que todavía tenía herido el hombro, ella era conocedora de la historia de nuestro pueblo y tras ver que mi herida estaba cubierta de magia negra ató los hilos.

 Sin embargo estar herida no me había impedido echar una mano.

Durante el descanso en el que estaban repartiendo unos bocadillos me escabullí en dirección al castillo. No podía quedarme viendo como los demás esperaban ganar de frente. Por la espalda jamás se esperarían que fuera alguien a atacar.

Al rato sentí que alguien estaba siguiendo. Estaba herido por su lento ritmo, así que preferí hacerme la loca y pararme a ver si se acercaba. Me escondí detrás de un árbol. 

A los minutos apareció un hombre lobo, era Parker, mi compañero. 

- Se puede saber que haces. - le sobresalté. 

- ¡Aims! Qué susto. 

- Responde. - le amenacé. 

- Pues seguirte, que sino. Venga cuéntame, ¿cuál es el plan? 

- Para ti ninguno, regresa todavía estas herido. - le señale la venda que se veía a través de su camiseta azulada. 

- Emm lo veo difícil eso, porque supongo que no querrás que rebele la cosa tan estúpida que vas a cometer. ¡Ah y tu también tienes una herida muy fea en el hombro! - sonrió no muy convencido. 

- Es mi hermano. 

- Y mi padre fue quien los derrotó la última vez. 

- Tu no eres Tom. - insinué. - De todas formas aún eres un cachorro. - bufó ante el comentario. - ¿qué ocurre?

- Todo el mundo esta igual con eso, deja que te ayude. - pidió.- puedo demostrarte lo mucho que valgo.  

- No seas tonto y regresa. - para mi sorpresa chillo. Como acto automático le tape la boca con la mano. 

- ¿Se puede saber que haces? ¡Es que quieres que nos encuentre! ¡Serás inconsciente!

- O voy contigo o vuelvo a gritar. Tu eliges. 

- Está bien. Pero ve siempre detrás de mí y procura no entrar en combate, no sales vivo con la herida que tienes en el costado. ¿Puedes transformarte?

Negó con la cabeza. Suspire y me lleve la mano a la cabeza. Me dio un escalofrío de pensar que ambos íbamos a terminar muertos. 

Creo que hasta ahora no había presentado formalmente a Parker, se que muchas lo conocen por la antigua versión pero en esta obra ha tomado menos importancia al principio que va a adquirir al final. También me parecía importante hablar de su relación con Ariel pues él es menor que ella. 

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